Platicando con Martha Sáenz
Martha Sáenz
Cuándo a mí se me plantea esta pregunta, referente a la edad adecuada para enseñar educación sexual a los hijos, mi respuesta es siempre la misma: “desde que nacen”, muchas veces se sorprenden, y otras piensan que es una broma, pero lo que sí es cierto, es que no creen que esto se pueda llevar a cabo a tan pequeña edad.
Es ahí donde se inicia la educación sexual, que es más educación en un principio para los padres, que para los hijos. Los bebés recién nacidos lo primero que desarrollan es el tacto con el que identifican a la madre, de ahí se van desarrollando el resto de los sentidos.
En pocos días el bebé reconoce perfectamente el sonido de la voz de la madre y así seguirá con la voz del padre. Como es costumbre hablar amorosamente con los bebés independientemente que ellos no contesten, las madres constantemente les hablan y eso es parte de lo que recibe como estimulación temprana.
La madre le dice por ejemplo: vamos a lavar tus manitas, te pongo crema en tu carita, ahora cuidado con el bracito, y así sucesivamente. Al llegar a los genitales las madres suelen hacer dos cosas: o se brincan los nombres, como si estos no existieran, o les cambian el nombre por algo que les genere menos angustia de mencionar con diminutivos, o poniendo nombres graciosos que a ella le evitan la angustia que el solo hecho de mencionarlo le genera (hay que recordar que esto fue aprendido de su propia madre y los adultos a su alrededor en su infancia).
Y es aquí donde el pequeño percibe que el tono de voz de mamá cambia, y poco a poco empieza a identificar que no todas las partes del cuerpo son iguales, y sobre todo que hay algo que se tiene que ocultar y sobre todo no tocar ni enseñar, (esto es reforzado por la madre cuando el niño se quiere quitar el pañal, o se mete la mano dentro del mismo para tocar sus genitales.
La madre inmediatamente dice un “No”, firme y con diferente tono de voz, o cubre el cuerpo del pequeño inmediatamente, si este se arranca el pañal y sale corriendo).
¿Qué a qué edad se les debe enseñar educación sexual a los niños? A esta edad, en este momento, ante estas situaciones.
No se tiene porqué confundir a los niños con palabras como: pistolita, cosita, pajarito, pipi, cobachita, cola, conchita, pelotitas, huevitos, manguerita y demás palabras distorsionadas.
Es aquí, en este momento y a esta edad, donde se necesita dar la información adecuada, sin esconder la verdad y sin ponerle un tono diferente que lo marque como algo inapropiado, vergonzoso o vulgar.
Se puede hablar claramente y enseñar las palabras correctas por ejemplo: ano, nalgas, testículos, pene, vagina, senos, prepucio, etc.
Si los padres desde temprana edad enseñan de forma adecuada, esto será más sencillo para los niños y no creará confusión o vergüenza al nombrar de forma correcta su cuerpo.
A nivel social hemos hecho “complicado lo sencillo” y provocado que, como adultos nos enredemos en una maraña de mentiras que después resulta difícil desenredar.
Los padres necesitan tener presente que los niños buscarán la información que ellos necesitan. Si ellos no están abiertos a hablar y aclarar sus dudas, los niños de igual manera lo aprenderán.
Esto no asegura que la información que les llegue sea la correcta y mucho menos que provenga de las personas adecuadas.
Sólo necesita preguntarse: ¿de quién le gustaría que sus hijos obtuvieran esta información?
Los niños no pueden detener su crecimiento y su curiosidad mientras usted se prepara. Enfrente como adulto la situación, solo se necesita que lo haga con, y por amor, dándoles a sus hijos todas las herramientas que ellos necesitan.
Martha Sáenz