Por: Juan Carlos Molina / Enviado
Cd. de México (01 octubre 2022).- Cuando Rebecca Romijn se unió a la franquicia Star Trek enfrentaba un gran desafío: dar vida a un personaje tan icónico como poco explorado.
La actriz interpreta a Una Chin-Riley o Número Uno, segunda al mando de la nave Enterprise. El rol brevemente formó parte de la versión original de Star Trek en 1966, pero, luego de una serie de cambios, prácticamente desapareció del programa.
En 2019, Romijn retomó el papel como invitada en la serie Star Trek: Discovery y ahora es coprotagonista del spin-off Strange New Worlds, que sigue las expediciones del Enterprise ciertos años antes de que James T. Kirk se convirtiera en capitán.
Ambos programas ya están disponibles en la plataforma de streaming Paramount+.
"Star Trek trata sobre temas de unidad e inclusión. Hay aficionados de todas las edades, orígenes y grupos socioeconómicos. Los programas tienen temas con significado para todos".
Rebecca Romijn, actriz.
"Cuando obtuve el papel, lo primero que hice fue ver qué hizo Majel Barrett-Roddenberry con el personaje original. No era mucho: aparecía sólo 13 minutos, y prácticamente era sólo una persona encargada de varias tareas.
"La veíamos haciendo su trabajo y realizando pruebas, pero en definitiva, su rol no estaba muy desarrollado. Así que con Strange New Worlds hemos sido capaces de hallar muchas capas nuevas de su personalidad", afirmó Romijn en entrevista exclusiva.
La nueva serie revela, por ejemplo, que Número Uno es ilyriana, una especie que modifica su genética. Ella sabe que si este secreto sale a la luz, su posición en la Flota Estelar y su vida correrán graves riesgos.
Pero otros capítulos muestran un lado más ligero, como cuando Una, algo molesta con su reputación de aguafiestas, decide participar en un extraño juego que se ha vuelto popular entre los alféreces de la nave.
Para Romijn, también conocida por roles como el de Mystique en las películas de X-Men, jugar con todo tipo de géneros en este programa ha sido todo un regalo.
"Los personajes de la televisión son como la gente real: nada es blanco y negro. Todos tienen distintas capas o colores. Así que hallar estos matices y aplicarlos a mi personaje ha sido un sueño", expresó.
Una de sus experiencias nuevas al filmar esta serie fue el uso del ARwall, una tecnología que en ocasiones reemplaza a las tradicionales pantallas verdes.
Así, los fondos virtuales lucen más realistas y pueden responder a los movimientos que ocurren en el set de filmación.
"Pueden crear nuevos mundos a tu alrededor y todo se mueve para sincronizarse con la cámara. Casi se te revuelve el estómago y te da mareo cuando estás trabajando, así que hay una curva de aprendizaje.
Fue algo nuevo para todos nosotros. Con sólo verlo en persona se ve muy bien, pero el resultado final en la pantalla es impresionante", dijo.
Sobre la segunda temporada de Strange New Worlds, que ya finalizó su rodaje y que se estrenará el próximo año, la actriz promete que la producción continuará tomando decisiones audaces.
"Oscilaremos aún más entre los distintos géneros. Estamos muy orgullosos de la primera temporada, pero la segunda se siente épica en comparación.
No creo que todo el mundo ame todo lo que hagamos. Algunas personas sí, no todas, pero habrá mucho de estos brincos entre géneros", adelantó.