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Mariguana: bajo la lupa médica

La planta se percibe ahora, como algo no tan dañino, lo que preocupa a especialistas de la salud.
martes, 13 de diciembre de 2022
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Agencia/Reforma

Hablar de mariguana hace unos años era tabú, pero ahora, cuando sus beneficios medicinales se estudian más y las restricciones para su consumo legal han disminuido, la planta se percibe como algo no tan dañino, lo que preocupa a especialistas de la salud.

Es ahora cuando es importante conocer sobre la mariguana, fundamentados en la ciencia, revisando sus riesgos y beneficios, sobre todo cuando su mayor consumo recreativo en México se ubica entre jóvenes de 18 a 34 años, seguidos por los adolescentes.

En 2021, revelan datos oficiales, el 48 por ciento de los pacientes en centros de tratamiento señala como droga de inicio el tabaco, el 29 por ciento a las bebidas alcohólicas y 17 por ciento la mariguana, planta que gana cada vez más menciones.

I. DOS SUSTANCIAS, DIFERENTE USO

De entrada, coinciden los especialistas, de entre los más de 100 componentes o cannabinoides de la planta, hay que destacar los dos más importantes de la hoja y que hacen la diferencia:

- CBD o cannabidiol: sustancia química que se extrae de la planta y que está aprobada para su uso en algunos tipos de epilepsia.

- THC: presente en la hoja y al que caracteriza su efecto psicoactivo (que altera la mente), con grandes riesgos para la salud física y mental.

El delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) es la principal sustancia psicoactiva de la mariguana. Es la responsable de la mayor parte de los efectos relajantes que buscan las personas.

Esta sustancia se encuentra en la resina que producen hojas y brotes.

"Los efectos farmacológicos benéficos del CBD aislado no son trasladables al consumo de mariguana inhalado a través de la quema de la planta", aclara el cardiólogo Luis Eduardo González.

"El consumo inhalado se ve relacionado con daño pulmonar, alteraciones en la oxigenación, ateroesclerosis, vasoespasmo, arritmias cardiacas, eventos vasculares cerebrales y riesgo de infarto".

No existe en el País un proceso que pueda garantizar la venta al público de planta con concentración constantemente estable de CBD, THC o el resto de sus componentes, por lo que las personas pueden experimentar variaciones en sus efectos tras su consumo inhalado, advierte el cardiólogo.

II. TABÚ SUPERADO

Comprar libremente el aceite CBD o cannabidiol es posible desde hace algunos años en tiendas ubicadas en la Ciudad y en línea. En ellas, una publicidad -impensable hace unos años- incluye imágenes de plantíos y hojas de mariguana.

Raúl Elizalde, quien ante los numerosos ataques de epilepsia que sufría su hija Grace, hoy de 15 años, impulsó este acceso, destaca la diferencia en el caso medicinal, entre CBD y THC.

"El THC en planta canabbis es el único cannabinoide por el que tendríamos que preocuparnos, por su efecto psicotropico", explica. "Fuera de ese canabinoide, los demás son muy sencillos de usar y muy dóciles".

El tabú, indica Elizalde, ha sido superado, pues en instituciones como UNAM y TecSalud se ofrecen cursos sobre cannabinoides.

"No estamos hablando del uso medicinal de cannabis con cigarrillo, sino de tratamientos y productos específicos", dice Elizalde, CEO global de HempMeds, primera empresa en lograr un permiso de importación de este tipo de productos en el País.

III. PEGA AL CORAZÓN Y AL CEREBRO

En su sitio web, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés enlistan los daños a la salud que provoca el consumo recreativo de la mariguana.

Entre ellos están los episodios de taquicardia e hipertensión (hacer que el corazón lata más rápido y que aumente la presión arterial), sobre todo en los primeros 60 minutos inmediatamente después de su uso.

También puede incrementar el riesgo de arritmias cardiacas como fibrilación auricular e infarto agudo al miocardio, agrega el cardiólogo Luis Eduardo González.

"Tanto en personas con antecedente de ateroesclerosis (endurecimiento de las arterias por placas de colesterol y calcio, generalmente en pacientes mayores de 40 años), como en pacientes jóvenes sin ateroesclerosis, el infarto se genera por el espasmo en las arterias coronarias (arterias del corazón), acompañado por un incremento en el consumo de oxígeno tras la inhalación de la droga".

Si se utiliza con frecuencia diaria o casi a diario, y en dosis altas, la mariguana puede causar desorientación y, en ocasiones, pensamientos o sentimientos de ansiedad y paranoia.

Algunas personas presentarán trastornos adictivos, ocasionándoles, además de problemas de salud, los de tipo social.

También hay afectaciones a las partes del cerebro responsables de la memoria, el aprendizaje, la atención, la toma de decisiones, la coordinación, las emociones y el tiempo de reacción.

"En los adolescentes el cerebro se está desarrollando activamente y se seguirá desarrollando hasta aproximadamente los 25 años", advierte.

IV. ES PEOR EL REMEDIO...

Cada vez más personas buscan este CBD para aliviar ansiedad o depresión. Muchas, incluso, se automedican.

"Muchos pacientes llegan diciendo que ya consumen CBD, en gotitas, que lo utilizan en la noche para dormir", explica Carlos Arnaud, médico psiquiatra.

"Esto no afecta a nuestro tratamiento, es poco probable que les vaya a ayudar".

Y es que existe una falta en la regulación en la venta del CBD, donde, en muchos casos, éste no contiene la cantidad de THC menor a 0.05 para considerarlo CBD, lo que podría ser perjudicial para la salud física y mental, alerta Arnaud.

"(Además) no existe evidencia alguna para recomendar en cualquier padecimiento de psiquiatría ni CBD, mucho menos THC. No justifico que lo tomen".

Los riesgos para la salud mental son altos, subraya.

"Está demostrado que el consumo de marihuana antes de los 18 años está asociado a un incremento en el riesgo de desarrollar depresión, trastornos de ansiedad o inclusive trastornos del espectro de la psicosis como la esquizofrenia", refiere el médico psiquiatra.

Para quien padece depresión, ansiedad o ataques de pánico, el consumo de marihuana sólo empeorará su cuadro clínico, inclusive lo empeorará.

V. SALUD EN RIESGO

En mayo pasado, la Suprema Corte de México permitió la posesión de más de 5 gramos de mariguana, algo que ha facilitado el aumento del consumo con sus consecuentes riesgos.

Juanita Sosa, directora de hospitalización de los Centros de Atención Juvenil, ejemplifica con el alcohol.

"Por más legal que sea, por más que los productos vengan etiquetados, por más que haya una regulación acerca de su venta, distribución y consumo, hay muchas personas que tiene problemas con el consumo de alcohol", advierte.

"Con la mariguana es exactamente lo mismo".

La descriminalización facilita ahora la atención a personas que lo consumen, pero eso no le quita el riesgo.

"El que consume mariguana no es un delincuente, no está infringiendo la ley, pero está arriesgando su salud".

VI. AÚN FALTA INVESTIGAR

Cada vez hay más estudios sobre su uso médico, sobre todo en enfermedades mentales, pero por ahora no se puede recomendar la mariguana, mucho menos la mariguana sintética, en la que los fabricantes han aumentado el porcentaje de THC.

"Todavía falta por investigar, ciertamente pareciera que son resultados prometedores", indica Arnaud. "Probablemente los siguientes años vamos a ver más investigación, no lo dudo.

"Hoy por hoy no podemos recomendarlo a pacientes, mucho menos automedicación. Muchos lugares están ofreciendo esto como tratamientos sin la seguridad ni la eficacia que se debe dar".

 

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