QUINTANA ROO
/REFORMA
El Presidente Andrés Manuel López Obrador inició una supervisión privada de la obra del Tren Maya en Chetumal, acompañado por la Gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama.
Al salir del hotel donde se hospedó, el Presidente atendió algunas peticiones de ciudadanos que lo esperaban y apenas respondió a la prensa que la obra --presupuestada en 140 mil millones de pesos en 2019, pero cuyo costo se ha incrementado a más de 300 mil--, va bien.
"El Tren va muy bien, ya estoy abonado aquí en Chetumal", comentó contento el Presidente.
López Obrador ha asegurado que aunque llueva, truene y relampaguee, el Tren de mil 560 kilómetros, que atraviesa la selva y zonas protegidas de cinco estados, será inaugurado en diciembre.
Sin embargo, en septiembre de 2021 afirmó que, en caso de que la obra se retrasara, la visitaría cada dos meses, pero se ha retrasado más y desde el año pasado la recorre al menos cada quince días.
En tanto, los activistas ambientales han continuado sus denuncias por la destrucción causada por la obra.
El buzo José Urbina, quien interpuso el primer amparo contra el Tren, denunció en su cuenta de Twitter el abuso en el Tramo 5, que va de Cancún a Tulum, y que ha cambiado varias veces con la deforestación en cada zona.
Los nuevos trabajos han derribado árboles, rellenado cenotes y perforado el suelo para meter pilones de metal a pesar de los mantos acuíferos.
"Ya cortaron millones de árboles. Los pilotes ya están perforando el acuífero y ahora están rellenando Cenotes. La Secretaría del Medio Ambiente está coludida o sometida, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, ausente.
El ecocidio del Tren Maya es real", acusó Urbina.
Afuera del hotel, una reportera denunció ante el Presidente el estado en que se encuentra la Carretera Federal 307 de más de 360 kilómetros, y que recorrer de Cancún hasta Chetumal.
La pista, dijo, está llena de baches que han denunciado desde hace dos años, pero López Obrador se limitó a responder que "siempre se trabaja".