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Sentir que el mar es de tu pertenencia y las olas te arropan en un baño tibio entre movimientos circulares es sólo una de las múltiples experiencias de viaje que puedes vivir en Maroma, A Belmond Hotel.
Este templo de bienestar holístico muy probablemente dejará en ti el recuerdo imborrable de unas vacaciones en la paradisíaca Riviera Maya y donde cada miembro del personal te entregará, más que un servicio de cinco estrellas, uno que sale directamente de su corazón.
"Ofrecer un tiempo de calidad, afectivo y respetuoso, a cada huésped que nos visita es un tema fundamental", aseguró Federico Echaiz, director de esta estancia integrada por un valioso equipo humano que representa el lujo del hotelería con identidad mexicana.
Este sitio de hospedaje está integrado por 72 habitaciones intervenidas por la reconocida interiorista Tara Bernerd. Cada una de las suites y salones ofrecen el más alto confort, así como la exposición de delicados objetos realizados a mano.
Hay maderas preciosas, cerámicas, artículos de vidrio soplado y bordados, entre otros.
Abrazado por una exuberante selva tropical y una extensa playa, este exquisito hotel ofrece a los visitantes el gozar de una rica ruta gastronómica.
Peces, mariscos, cortes y productos derivados del maíz se cocinan con un ingrediente secreto: "El Cariño", revela el chef Daniel Camacho.
También existen otras aportaciones eclécticas creadas por Curtis Stone Chef, ganador de una estrella Michelin y las bebidas en las que están presentes sabores nacionales corren a cargo de la reconocida mixóloga Jimena Moreno.
Otro detalle que hará que tu estadía en este sitio sea inolvidable es que cuenta con el primer Spa de Guerlain en Latinoamérica.
Ahí, masajistas ejercen con el uso del oro de la naturaleza -la miel- magníficos tratamientos y, con la ayuda de la botánica ancestral, ofrecen terapias que ayudan a rejuvenecer el cuerpo y a calmar el espíritu.
Incluidos están, por supuesto, los rituales mayas con aromas a flores y copal.
Los amantes del turismo de bienestar se sentirán felices al saber que también está la opción de tomar un baño ancestral en un temascal o relajarse en alguna de las tres piscinas.
Otra peculiaridad es que los viajeros podrán practicar astroturismo y deleitarse al observar la bóveda celeste mediante el uso de un equipo especial.
Gozar de días de pleno descanso, probar exquisitos platillos, conectar con la naturaleza, relajarse con programas wellness y llevarse en la memoria el avistamiento de estrellas son detalles que hacen de Maroma, A Belmond Hotel, un imperdible.
La abeja melipona y la miel son consideradas todo un patrimonio en la Península de Yucatán; por ello, en alianza con la Fundación Selva Maya, presidida por Manuel Orvañanos, Maroma A Belmond trabaja a favor de un nuevo santuario que procure la conservación de la especie.
A la par, el hotel ofrece programas educativos y talleres que favorecen a las comunidades cercanas, fomentado así el turismo sustentable. La conservación de tortugas y la preservación de la flora y la fauna locales son otros programas que se difunden entre los huéspedes.
Detalles en (www.belmond.com/hotels/north-america/mexico/riviera-maya).