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Cuando tomaba una ducha, Paola descubrió unas líneas rojas con una forma muy parecida a arañitas en su tobillo derecho. Desde entonces, la joven de 23 años dice sufrir dolores en su pie.
Rosario es una ama de casa de 63 años. Ella tiene varices hinchadas de coloración morada y verde en ambas piernas. Todo el día sufre de malestar por este padecimiento.
Itzayana, de 29 años, recuerda que en su primer embarazo aparecieron dos várices y sentía mucha pesadez en sus piernas.
Las mujeres, sin importar la edad, son mucho más propensas que los hombres a tener várices -venas con dilatación de 3 milímetros de diámetro-, y "arañitas" -más superficiales que las primeras, coinciden especialistas.
1 SÍNTOMAS Y CAUSAS
Los síntomas de las venas varicosas son dolor, hinchazón, cansancio y comezón en la zona afectada.
"Las razones por las cuales las mujeres generan más várices son por el hecho de poseer preponderantemente hormonas femeninas y por herencia genética", dice Óscar Villegas, angiólogo y cirujano vascular.
El especialista señala a la hormona progesterona y el sobrepeso como factores de riesgo para la aparición de las llamadas venas varicosas La progesterona, por ejemplo, causa un efecto de dilatación en los vasos sanguíneos que, a su vez, provoca la aparición de este padecimiento.
Otros factores que influyen en la aparición de las venas varicosas son la obesidad, el embarazo, el uso de ropa ajustada en cintura y piernas, sedentarismo y el empleo de anticonceptivos (pastillas, implantes y parches).
2 COMPLICACIONES
Las mujeres son también quienes más recurren a tratamientos contra esta enfermedad progresiva por cuestión estética, menciona Luis Salinas, médico especializado en angiología.
El experto menciona que del 25 al 30 por ciento de mujeres viven con este padecimiento.
Las venas varicosas representan un riesgo para la salud de quien las sufre, dice, pues pueden desencadenar complicaciones graves si no se atienden a tiempo.
Las várices y "arañitas" vasculares indican una condición médica conocida como insuficiencia venosa crónica, cuya característica es la incapacidad de retornar la sangre de las venas hacia el corazón.
En ese sentido, las várices sí pueden llegar a ser mortales, si desembocan en una embolia pulmonar masiva, señala el especialista.
Otras complicaciones, de acuerdo con Salinas, son: Tromboflebitis: Ocurre cuando se forma un coágulo dentro de la vena que inflama su pared, impidiendo el paso de la sangre, lo que genera dilatación, dolor y aumento local de la temperatura.
Trombosis venosa profunda: Más riesgosa. El coágulo formado puede fracturarse y migrar hacia la circulación pulmonar, que podría causar una embolia pulmonar.
Lipodermatoesclerosis: La piel de la extremidad involucrada cambia su consistencia y color, entre ocre y café, lo que detona una úlcera venosa.
Varicorragia: Sangrado espontáneo externo, que provoca una úlcera o hematoma subcutáneo.
Es común cuando hay un golpe en la zona afectada.
3 TRATAMIENTOS
Una vez que aparecen, las venas varicosas no recuperan jamás su estructura original, dice Villegas.
El especialista menciona que sí hay tratamientos, unos más invasivos que otros, para las venas varicosas, como las sesiones de láser.
Salinas explica que los medicamentos flebotónicos suelen mejorar los síntomas de las várices, pero su uso no es indicado de manera crónica.
"Existen medicamentos que mejoran el tono de la pared venosa, que hace que se compriman un poco, pero no revierte la enfermedad".
Recomienda vestir medias elásticas compresivas, que están a la venta con diferentes graduaciones (desde baja a alta compresión), según el tipo de paciente.
Otras opciones son controlar el peso, mantenerse hidratada y elevar las piernas 30 centímetros una o tres veces al día.
Las opciones quirúrgicas para este padecimiento son la safenectomía, que consiste en retirar la vena conocida como safena, y la miniflebectomía, que son pequeñas incisiones de 2 a 3 milímetros.
4 MITOS
El angiólogo y cirujano vascular Villegas aclara que hacer ejercicios es uno de los dos grandes mitos para el tratamiento de las várices, pues depende la actividad física que se ejecute.
Sugiere a sus pacientes los aerobics y correr, y evitar los pilates.
El segundo mito al que se refiere el especialista es la alimentación, pues no se ha comprobado que algún alimento dañe las venas de manera significativa.
"Con excepción de bebidas alcohólicas, sobre todo el vino tinto, que ocasiona vasodilatación", agrega.
5 TIPOS DE VÁRICES
De acuerdo con la clasificación CEAP (clínica, etiológica, anatómica y fisiopatológica, por sus siglas en inglés) de los trastornos venosos crónicos hay seis tipos de insuficiencia venosa.
La clasificación es la siguiente: C0: Sin signos visibles, pero el paciente tiene síntomas como pies cansados, dolor y hormigueo.
C1: Presenta las llamadas "arañitas", en tobillos, muslos y piernas. Más evidentes en personas de piel clara.
C2: Várices mayores a 3 milímetros.
C3: El paciente tiene hinchazón en la zona afectada.
C4: Cambios en la piel y grasa, con tendencia a coloración ocre. Aparece a nivel de los tobillos, donde hay más presión venosa.
C5: Cambios cutáneos con úlcera cicatrizada.
C6: Cambios cutáneos con úlcera activa.