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En los indómitos rincones de Namibia, los cazadores de cielos estrellados, bellos amaneceres y paisajes en terracota encuentran la oportunidad de realizar algunos de los safaris más deseados del mundo.

Este destino, además de ofrecer la experiencia de avistar flora y fauna, también regala a los viajeros la oportunidad de admirar un espectáculo celestial.

Gracias a su privilegiada ubicación, esta zona de África permite tener encuentros con la impresionante fauna; así que bajo la supervisión de experimentados guías, con un poco de paciencia y un mucho de buena suerte, los viajeros suelen quedar maravillados al observar a algunos rinocerontes, al elefante del desierto, al oryx, así como a hienas, chacales y bandadas de flamencos, entre otras especies.

Otra de las grandes maravillas de este trozo del paraíso en la tierra son las imponentes dunas de arena roja que emergen del Desierto de Namib, que resguarda algunas de las más altas y famosas del planeta como la Duna 7 y la Duna 45.

A decir de los expertos, asomarse a este desierto -considerado Patrimonio de la Humanidad, por la Unesco- debería estar en la la Bucket List Journey de los trotamundos.

Además de inverosímiles paisajes naturales, los amantes de la cultura también hallarán en Namibia la oportunidad de tener un encuentro con la tribu Himba, el único grupo étnico del destino que conserva intactas sus costumbres incluyendo su forma de vestir y de adornar su cuerpo con abundantes collares y otros artículos de fabricación artesanal.

Además de tener encuentros con los lugareños, Namibia también es famosa por sus cielos nocturnos. La escasa población y la ausencia de contaminación lumínica convierten a este país, en uno ideal para la práctica del astroturismo o turismo estelar.

Quienes aman la bóveda celeste quedan deslumbrados al ver la Vía Láctea y las estrellas. Hay que decir que la noche da oportunidad de descubrir otro interesante reino protagonizado por cautivadoras arañas y la flourescencia que emiten los escorpiones al ser iluminados con luz ultravioleta.

Sin duda, la mejor manera de gozar de todas las bondades de Namibia es a través de los campamentos especializados, sitios que cuentan con guías expertos para disfrutar de cada momento.

Tal es el caso de Wilderness Little Kulala, que además de tener una ubicación privilegiada junto al lecho seco del río Auab, en la Reserva Natural de Kulala, es un campamento que consta de 11 "kulalas" climatizadas y con techo de paja.

Cada una cuenta, además, con una pequeña piscina privada y una cama Star Bed en la azotea. Un gran lujo de estas habitaciones es que permiten ver las estrellas desde la comodidad de un mullido colchón.

Perteneciente a Wilderness, empresa pionera en conservación y hospitalidad en África, este campamento está diseñado con el fin de que se fusione al desértico entorno.

Además de un excelente servicio y delicias gastronómicas hay una biblioteca con una una selección de artículos artesanales locales, acogedores espacios e interesantes libros para entregarse al placer de la lectura.

Por todo lo anterior y mucho más, Namibia está entre los destinos en tendencia para que los viajeros más exigentes vivan un safari de ensueño.

Wilderness es una empresa de conservación y hospitalidad líder en el mundo, que ofrece aventuras inolvidables y exclusivas que tienen un impacto positivo en la conservación y las comunidades.

Cabe señalar que al hospedarte en los campamentos de esta compañía ayudas a tener un impacto positivo en el destino y te unes a las prácticas del turismo responsable.

Más inspiración en (www.wildernessdestinations.com).