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Por: Juan Carlos García
Cd. de México (14 enero 2024)
Como Miss Universo, Sheynnis Palacios sabe que su tarea está frente a la cámara, pero cuando deje la corona quiere posicionarse detrás de la pantalla.
La actual y máxima reina de belleza, nicaragüense de 23 años, tiene muy claro que su trabajo actual es exponenciar la cultura socioemocional y el derecho del ser humano a la salud mental, pero después de su reinado dice que se dedicará a la realización de documentales, series y películas.
"Estudié periodismo y mi área de especialización fue el medio audiovisual, la producción, que es algo que me encanta, así que mientras hago mi trabajo como Miss Universo, desempolvo parte de mi profesión; quiero dedicarme a los spots publicitarios, a los documentales.
"En México me encantaría trabajar (en la producción de) telenovelas, películas, pero detrás de la cámara y es que en México hay talento de calidad mundial", dijo Sheynnis en entrevista virtual.
Instalada en Nueva York desde el mes pasado, Palacios afirmó que su estancia en la Gran Manzana ha sido cristalizar un sueño, y que es donde cree que aprenderá aún más de todo el teje y maneje fuera de cuadro.
Coronada el 18 de noviembre como Miss Universo, en la gala de El Salvador, la modelo e influencer sólo ha visitado Miami, Ciudad de México y Yakarta, y espera concretar el retorno a su país para las próximas semanas.
Pasó su primera Navidad y Año Nuevo fuera de casa, pero asumiendo la máxima aspiración de una reina de belleza, ya que estuvo en actividades de Telemundo y la Noche Vieja la despidió en Times Square, días después de que vivió su primera nevada.
"Ha sido un sueño y estoy más que feliz. Todo ha sido distinto. Me da nostalgia de lo que se vive (en mi país), pero esto es único.
(En Nicaragua) a las 12 en punto en Navidad se pone al Niño Dios en el nacimiento, cantamos 'El Burrito Sabanero', así como lo acostumbra mi abuelita.
"Y en Año Nuevo yo soy de encender pólvoras (juegos pirotécnicos). Se hace un muñeco de papel con ropa vieja, que ya no funciona, y se despide el año.
Nos damos abrazos, mi abuelita da la primera oración... hay mucho amor en mi familia y amo eso".
Aunque todavía no hay ciudad oficial para el Miss Universo 2024, el certamen se hará en México y es por esto que Sheynnis dijo que viajará con frecuencia al País.
Aquí, mencionó, estará en contacto con sus fans locales, así como con representantes de la industria del entretenimiento y de los negocios internacionales para lograr un certamen inolvidable.
Y se manifestó comprometida con la misión social que expuso desde el día uno en que fue elegida para representar a su país en Miss Universo, en donde derrotó a dos favoritas, Tailandia (Anntonia Porsild) y Colombia (Camila Avella).
"Siempre hablaré de este tema porque es imprescindible: la salud mental es un derecho universal. Quizás no ha sido tan visible como quisiéramos y quiero se haga visible y sea parte de la conversación.
Se han abierto brechas, se han quitado estigmas, pero tenemos que abrir más puertas.
"Aunque digan que soy de la generación de cristal, creo que vemos la vida de forma distinta, y pienso que se debe procurar el respeto, el no criticar de forma gratuita, se debe pedir, en todos los ámbitos, mayor responsabilidad en educación, familia, trabajo, para gestionar la salud mental", expresó.
Nombre polémico
Sheynnis Alondra Palacios llegó a odiar su nombre porque fue víctima de bullying en la primaria, y ahora lo reconoce como su sello característico... ¡Y le encanta!
"Mi abuela veía la telenovela que se llamaba Alondra (con Ana Colchero, en 1995) y decía que la protagonista era muy bonita, y sabía que había un pájaro que se llamaba así, y mis papás dijeron: 'ese será uno de sus nombres'", contó en entrevista.
Reveló que hasta quiso cambiarse el nombre porque le costaba escribirlo en caligrafía y sus compañeros se reían de ella.
"Sheynnis no tiene significado especial, pero me gusta mucho. La señora que fue jefa de mi papá, cuando iba a nacer, le puso en un papel el nombre y se lo dio, y a todos les gustó.
"En un momento de mi vida llegué a odiarlo porque la gente no sabía pronunciarlo, porque lo tomaban a broma, y era parte de todo tipo de burlas.
Llegué a decirle a mi mamá que me lo cambiara y ahora ¡no pensaría eso jamás!".