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Cuida tus relaciones de amistad y familiares, pero también tus planes a futuro.
Si consideras adquirir una vivienda a través de una hipoteca, tal vez sepas que es esencial contar con un buen historial crediticio.
De ahí que, si un amigo o familiar te pide ser su aval para que le otorguen un crédito, es mejor que lo analices bien.
Esto podría influir en que te nieguen o autoricen un préstamo hipotecario en el futuro.
En caso de que tú ya cuentes con una propiedad, ésta también podría estar en riesgo.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) explica lo que puede pasar si el deudor no paga.
Mal historial
Se puede tener el pensamiento de que solo quien no paga va a generar un mal historial crediticio.
Sin embargo, tanto el aval como el deudor se reportan al Buró de Crédito.
Por esta razón, si se da el impago por parte del deudor, ese atraso se reporta para ambos ante el Buró.
Se pone una mala nota ante otras entidades financieras y disminuye la posibilidad de acceder a posibles financiamientos de manera futura.
Embargo
Existe el mito de que no pueden embargar al aval, pero existe esta posibilidad.
La Condusef señala que la Ley ampara el pago de la deuda e incluso puede llegarse a un embargo en contra del aval.
Si carece de recursos para enfrentar sus obligaciones se retienen sus bienes.
Una vez que la deuda ha sido liquidada, la persona que fungió como aval puede tomar acciones legales contra el deudor.
Pero esto implica un proceso que no garantiza el pago correspondiente.
Difícil deslindarse
Aunque existen algunas alternativas para deslindarse de la responsabilidad de ser aval, no es un proceso sencillo, según la Condusef.
Muchas veces, el contrato que regula el préstamo establece las condiciones de la deuda.
Existe la posibilidad de renunciar a seguir siendo aval, pero la institución que otorgó el préstamo o crédito es la única figura encargada de autorizar este cambio.
Analiza la decisión
Si estás considerando ser aval, toma en cuenta algunos puntos antes de aceptar.
- ¿Quién te lo solicita? Verifica que sea alguien responsable y formal; investiga sus hábitos de pago al preguntar a otras personas sobre su comportamiento.
- Infórmate sobre el tipo de crédito que tu avalado va a contratar.
- Asegúrate de que tus ingresos sean estables para que puedas ayudar a tu avalado en caso de que lo necesite.
Fuente: Condusef