Agencia/Reforma
La ansiedad que enfrentan algunas mamás en la vida diaria con sus hijos causa que en ocasiones se olviden de su propio bienestar físico y emocional, e incluso de disfrutar su maternidad.
En el afán de ser "todólogas", viven obsesionadas por una crianza perfecta y no se dan tiempo para ellas mismas.
Además de sus labores profesionales, se multiplican por llevar a los hijos a cursos, cuidan de su alimentación, se mantienen en todo momento actualizadas hasta el exceso y no sueltan el WhatsApp del pediatra para cualquier duda.
Le sucede a Mariana, hoy mamá de dos chicos que ha cuidado con esmero, acaso con demasiado control, incluso al punto de sentir desasosiego porque ya están creciendo y pronto comenzarán las salidas de casa.
Mujeres como ella viven estresadas desde que los niños son pequeños.
El educador Jesús Amaya escribió en Grupo Reforma sobre estas "mamás sobrecargadas", que son madres, amas de casa y profesionistas a las que, en ocasiones, les queda poco tiempo para ellas mismas.
"Uno de los mayores retos que los padres enfrentan hoy en día es encontrar esa armonía entre el trabajo y la vida familiar", indicó.
"Esto a menudo puede implicar hacer malabares con múltiples responsabilidades a la vez, como cuidar de los niños, cumplir con los plazos en el trabajo y mantenerse al día con las tareas del hogar".
Salma, psicóloga de profesión, es una madre primeriza de un niño de 4 años, a quien tuvo en la pandemia.
Ella se refugió en su oficio brindando consultas durante el aislamiento.
"Considero que nace el bebé y viene con el paquete de culpa: aquello por lo que nos sentimos culpables por lo que sea.
"El miedo, esa inseguridad de que no lo estoy haciendo bien".
Lo cierto es que las mamás, primerizas o expertas, no pueden tener el control de todo, así que los especialistas recomiendan disfrutar de la maternidad y relajarse.
EL ROL MATERNO ¿Por qué las mamás buscan ser "todólogas? La respuesta son las exigencias que impone la sociedad.
"Estas miradas que existen en la maternidad han ejercido una presión muy fuerte que lleva a una angustia excesiva con respecto a la función materna", dice Angélica Limón, psicoterapeuta.
"Tienes que ser buena mamá, no puedes enojarte, estresarte y tienes que hacer tu rol materno mucho mejor y exageras cada una de las funciones".
Amaya dice en su columna que aunque los esposos compartan las responsabilidades del hogar es difícil sustituir el trabajo materno.
El psicólogo César Herrera, maestro del Tec de Monterrey explica que ser madre significa estar dispuesta a las situaciones estresantes.
Para Limón, el estrés en la maternidad no se puede evitar, pero sí tolerar.
"Hay que reconocer que así como hay momentos alegres, hay momentos estresantes y creo que hay que darle tiempo a cada uno de ellos.
"Se trata de al menos disfrutar los momentos donde no hay estrés y tener la tranquilidad para tolerar esta sensación".
La especialista comparte que muchas mamás acuden a su consultorio muy fatigadas por ejercer su rol materno.
En el caso de las madres primerizas, se dan cuenta que la maternidad no es tan hermosa como la pintan.
La madre de familia tendrá que hacer un espacio en su agenda diaria para reencontrarse a sí misma.
A DELEGAR
El estrés es originado por la falta de organización en las actividades de las madres, afirma Luz María Villalobos, coordinadora de Educación Positiva del Instituto de Ciencias del Bienestar Integral.
"Cuando no tenemos esta organización de las actividades, podemos caer en este burnout, el agotamiento físico y mental".
La catedrática menciona que las madres de familia deben aprender a delegar responsabilidades a sus hijos y parejas, lo que ayudará a disminuir el estrés.
También sugiere actividades para regular las emociones, como hacer ejercicio, yoga o conectar con amigas.
Villalobos considera que la mamá debe tener tiempo para reflexionar sobre las emociones positivas, como el amor, la gratitud y la esperanza.
"En lugar de levantarme de la cama deprisa a sonar la alarma de la mañana, me tomo unos minutos para meditar o simplemente agradecer".
Ambas expertas coinciden en que las redes de apoyo, en especial amigos y familia, son como un tratamiento antiestrés para las mamás, en especial, si no juzgan su crianza.
"Que hayan estas redes de acompañamiento amigable, que sea nutritivo en lugar de crítico, y pensando que la crianza es un ensayo y error", dice Limón.