Agencia/Reforma

Bien dicen que República Dominicana lo tiene todo: calles y museos llenos de historia en su capital Santo Domingo, misma que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1990; playas de ensueño, en varios idílicos destinos y sitios de hospedaje que, además de mimar a exigentes viajeros, satisfacen la demanda de una de las tendencias que hoy por hoy está ganando varios adeptos: el Turismo Wellness.

Y es que además de ser consentido de lunamieleros del mundo entero que hasta ahí llegan para gozar del sol, las actividades marítimas y un espectacular servicio, este destino se ha convertido en un verdadero santuario de bienestar.

Rodeado de una belleza inconmensurable, el país donde reina la bachata y el merengue, presume paisajes que abarcan desde montañas hasta bosques tropicales.

Hay que mencionar también las amplias playas, ideales para desconectarse de las presiones cotidianas y reconectarse con la naturaleza.

La diversidad natural dominicana es codiciada por los trotamundos que no quieren perder la oportunidad de caminar por sus senderos escoltados por una exuberante vegetación, escuchar el susurro del viento entre los árboles y gozar de los mimos que regalan los expertos, especialmente en tres destinos que son punta de lanza del turismo: Punta Cana, La Romana y Samaná.

Famosa por sus espléndidas playas, Punta Cana también es hogar de refugios wellness en los que se brindan experiencias holísticas. Un ejemplo de ello es Meliá Punta Cana Beach, que además de contar con actividades revitalizantes como yoga y meditación, sirve opciones veganas y cocteles de desintoxicación.

The Westin Puntacana Resort & Club es otro sitio ideal para hallar serenidad y el Zoëtry Agua Punta Cana, se enfoca en conectar a los visitantes con la cultura local y usar bambú y algas marinas en sus tratamientos de spa.

Otro destino que cautiva con su fusión de lujo y serenidad es La Romana, famosa por albergar a la prestigiosa Casa de Campo Resort & Villas, en donde más de uno quiere recibir las bondades de un extenso circuito hidrotermal.

Desde sus playas bordeadas de palmeras hasta sus campos de golf, La Romana invita a ignorar cualquier preocupación.

Para concretar una escapada tan memorable como rejuvenecedora hay que optar por Samaná. Ahí se encuentran tanto Cayo Levantado Resort, un espacio donde el respeto a la naturaleza se respira a cada paso, como el ecolodge Dominican Tree House Village, que ofrece retiros que promueven la sostenibilidad y las prácticas wellness.

Explorar cavernas, escuchar cascadas, tomar conciencia mientras se practica senderismo o simplemente sentarse a ver la belleza del mar son actividades que fortalecen al cuerpo y nutren al espíritu.

Tras haber reconectado con la naturaleza y lograr un estado de relajación total, nadie debe irse de ese país sin deambular por la bellísima Santo Domingo para jugar una partida de dominó y brindar con un ron Brugal mientras algún músico callejero toca una canción de "El Maestro", como le llaman los dominicanos al muy querido Juan Luis Guerra.

Sin importar que vayas en soledad, con la pareja, la familia o los amigos, República Dominicana te rejuvenecerá.

Ya sea en las idílicas playas de Punta Cana, en el lujoso entorno de La Romana o en la serenidad de Samaná hallarás el lugar perfecto para conectar con tu ser interior.

Para gozar de uno o varios destinos con calma, programa un viaje por unas dos semanas. Para ver opciones de traslados aéreos y hospedaje visita (booking.com).

Hay que tramitar un e-ticket de entrada y salida (gratuito) en (https://eticket.migracion.gob.do/). Más inspiración en (www.godominicanrepublic.com).