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La cantante Lily Allen está envuelta en una controversia después de dar a conocer que decidió reubicar a una cachorra que había adoptado debido a su comportamiento, que incluyó la destrucción de su pasaporte, lo cual desató una pelea con la organización PETA y amenazas en su contra en redes sociales.
El 25 de agosto, la también presentadora hizo un anuncio en el que detallaba los motivos por los que decidió reubicar a la que fue su mascota, Mary, explicando situaciones como ansiedad por separación y destrucción de objetos, sin embargo, tal acción fue catalogada en redes sociales como maltrato animal, incluyendo la opinión de PETA.
"Rescatamos a nuestra perrita Mary de un refugio en Nueva York y la amábamos mucho, pero desarrolló una ansiedad por separación bastante severa y se comportaba de muchas maneras.
No podía quedarse sola por más de 10 minutos, hacía 3 caminatas largas al día, 2 con nosotros y una con un paseador de perros local y varios perros más.
"Trabajamos con el refugio del que la rescatamos y nos derivaron a un especialista en comportamiento y un entrenador profesional. Era un voluntario del refugio que venía a cuidarla cuando no estábamos y, después de muchos meses y mucha deliberación, todos estuvieron de acuerdo en que nuestro hogar no era el más adecuado para Mary", explicó en X.
La estrella británica acusó que tanto PETA como la prensa han causado odio en su contra tras comentar sobre su decisión de deshacerse de la mascota.
"Lo hemos intentado con todas nuestras fuerzas y durante mucho tiempo, pero los pasaportes fueron la gota que colmó el vaso. Esta es la parte del podcast que los tabloides decidieron no citar en sus artículos sobre mí 'abandonando a mi cachorro'.
"La gente ha estado reaccionando furiosamente a una mezcla deliberadamente distorsionada de citas diseñadas para hacer enojar a la gente y, como resultado, he recibido algunos mensajes realmente aborrecibles, incluidas amenazas de muerte, algunos de los comentarios más repugnantes han estado en todos mis canales de redes sociales, y realmente no estoy sorprendida porque esto es exactamente lo que esos artículos están diseñados para hacer.
"Gracias también a PETA por echar leña al fuego. Eres muy responsable", añadió.
Después de alegar en redes sociales todo lo que se desató tras compartir su experiencia, PETA respondió a las acusaciones reiterando que su acción con la perrita se trató de abandono.
"Te reíste cuando hablaste de haber abandonado a Mary y de haber arruinado la vida de esta pobre perrita. Ella pensó que tenía un hogar amoroso para siempre antes de que la echaras y la llamaras 'esa jodida perrita mierda' que 'arruinó mi vida'.
¡Qué vergüenza! No mereces ni siquiera el perro de juguete que te enviamos", le respondió la organización.
Ante la acusación, en las últimas horas, Allen ha intentado demostrar con argumentos que no abandonó a la cachorra y que todo se trató de un malentendido.
"La gente se ríe cuando habla de cosas dolorosas todo el tiempo, es bastante normal. He aclarado que no la abandonamos y que fue reubicada con personas que conocíamos casi de inmediato.
¿Por qué perpetúas mentiras? ¿Qué clase de organización benéfica de bienestar animal intenta avergonzar a alguien por querer mejorar el bienestar de un animal? Tu publicación es peligrosa", reviró a la organización.
La cantautora insistió en que se llevó a cabo una reubicación adecuada bajo el argumento de que no podía satisfacer las necesidades de la mascota, por lo que pidió que se deje de malinformar en su contra.
"Es una distorsión, y lo único que están haciendo al participar en estas historias es ganar más dinero para las personas que se benefician de sembrar la división y desgarrarnos a todos.
De la misma manera que las personas mal informadas actuaron en base a una propaganda distorsionada que condujo a los disturbios xenófobos motivados por el racismo que hemos visto recientemente en el Reino Unido, todo es muy tóxico y sé que podemos hacerlo mejor", apuntó.