Agencia Reforma
El retinoblastoma, cáncer en el ojo, va en aumento y afecta a los niños.
Graciela González Pérez, encargada del Servicio de Oftalmología Pediátrica del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, señaló que en México se presentan, en promedio, 6 casos por cada millón de niños nacidos vivos, sin embargo, hay entidades, como Chiapas, donde la prevalencia crece a 24.
"Es un tumor que cada vez se hace más frecuente. Los niños nacen con el tumor, pero se manifiesta a partir del primero o segundo año de vida", comentó.
Es importante, dijo, que los papás pongan atención a los ojos de los niños, principalmente a la pupila, porque una manifestación del tumor es que esta se torna blanca.
"Si se detecta la pupila blanca, acudan de inmediato al oftalmólogo porque de esta manera podemos salvar el ojo".
También, destacó la importancia de realizar un tamiz visual al primer mes de vida, ya que entre más temprano se inicie el tratamiento, las probabilidades de éxito incrementan.
"Desgraciadamente, cuando los padres acuden, ya es tarde, cuando pasó un año de evolución de la enfermedad y lo único que podemos hacer es quitar el ojo; están llegando muchos pacientes en estadios avanzados y hemos tenido que quitar ojitos".
Cuando el tumor abarca más de la mitad del ojo, precisó, es necesario quitar el órgano; si es de menor dimensión, el pequeño es sometido a diversos tratamientos que incluyen la quimioterapia intraocular.
Sin embargo, el 60 por ciento de los casos que atienden en el Hospital Civil llegan en un estadio avanzado, donde resulta casi imposible salvar el ojo.
González Pérez agregó que también se han topado con padres de familia que se niegan a aceptar el diagnóstico del niño y recurren a una segunda opinión, pero con medicina alternativa, y cuando regresan, el cáncer no sólo afecta el ojo, sino otros sistemas.
"Sucede que se van a pedir segundas opiniones con terapia alternativa y llegan, otra vez, con el ojo enorme e invadido al sistema nervioso central y esos niños se mueren, es cáncer".
Se estima que el 5 por ciento de los pacientes se va por una segunda opinión y de los que regresan invadidos, pocos se salvan.
La especialista informó que la mayoría de los niños con retinoblastoma lo presentan en un solo ojo, lo que corresponde a una mutación donde influyen muchos factores como la alimentación, la falta de atención en el embarazo, insecticidas, entre otros.
"Pero en el 40 por ciento de los casos, los niños traen el retinoblastoma porque los padres lo tuvieron o los abuelos lo tuvieron.
"Ahorita como hay más sobrevida, al 95 por ciento de los niños los salvamos y ellos crecen y tienen hijos, y los mandamos a consejo genético porque deben saber que tienen una alta probabilidad de heredarlo".
Esto, dijo, es uno de los factores por los cuales se piensa que los casos de tumores oculares van en aumento, sobre todo en los últimos tres años.
"Actualmente vemos a 20 pacientes por mes, de primera vez y subsecuentes, que se van a quirófano, antes teníamos un promedio de 12 por mes".
La especialista señaló que se tienen proyectos de capacitación para pediatras y médicos generales para que, al notar una irregularidad en la pupila de los niños, los canalicen, de inmediato, con el oftalmólogo.
"Si es una mancha blanca es retinoblastoma, hasta que no se demuestre lo contrario".
¿Qué es?
Un cáncer de ojo. Ocurre cuando las células nerviosas en la retina crecen en tamaño y cantidad y, eventualmente, forman un tumor.
El retinoblastoma afecta más a niños pequeños, aunque en ocasiones se ve en menores de 8 y 10 años, así como en adultos.
El 40 por ciento de los casos de retinoblastoma es por herencia, es decir, papás o abuelos lo tuvieron, en estos casos, se presenta en ambos ojos.
Síntomas
Un color blanco en el círculo central del ojo (pupila) cuando se alumbra el ojo con una luz, por ejemplo, cuando alguien le toma una fotografía con flash al niño.
Ojos que parecen mirar hacia direcciones distintas.
Poca visión.
Enrojecimiento de los ojos.
Hinchazón de los ojos.
¿Qué lo causa?
Se presenta cuando los cambios en un gen hacen que las células de la retina se conviertan en un tumor. La mayoría de las veces, estos cambios genéticos ocurren por casualidad, pero a veces el gen modificado se hereda de uno de los padres.
En aumento
Hace tres meses, en el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, se enviaban a cirugía 12 casos al mes, actualmente son 20.
¿Qué hago para detectarlo?
Al mes de nacido, se debe hacer un tamizaje ocular al bebé y, posteriormente, cada año hasta los 8 años.
Vigilar los ojos de los niños, que no presente círculos blancos o manchas anormales en la pupila.
Ante cualquier cambio en la visión del niño, en el movimiento ocular o daños en la pupila, acudir al oftalmólogo para que se hagan los estudios necesarios para descartar que se trate de retinoblastoma.