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¿Quieres donar órganos? Cuéntaselo a tu familia

Justo en uno de los momentos más dolorosos que alguien puede atravesar, la muerte de un ser querido, nace la posibilidad de regalar vida a alguien más.
miércoles, 4 de septiembre de 2024
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Agencia/Reforma

Justo en uno de los momentos más dolorosos que alguien puede atravesar, la muerte de un ser querido, nace la posibilidad de regalar vida a alguien más.

En México es la familia quien decide si los órganos de una persona fallecida pueden ser donados a un paciente que requiere un trasplante para seguir viviendo.

Y aunque cada año se realizan cientos de procedimientos exitosos, miles siguen en lista de espera o mueren esperando porque el órgano nunca llegó.

Y en gran parte de las ocasiones es porque la familia dice "no" a la donación.

"Tenemos una tasa de negativas familiares, en México, del 40 por ciento o más", señala Homero Zapata Chavira, director del Centro de Trasplantes del Estado de Nuevo León (Cetraenl).

creado en 2020 para coordinar los trasplantes y donaciones en la entidad.

Esto significa que, de los fallecimientos que pudieran derivar en donación de órganos, casi la mitad no se concreta por rechazo de la familia.

En lo que va del año la negativa familiar en Nuevo León ha sido del 35 por ciento, según cifras del Cetraenl.

¿Y por qué se niegan? Principalmente porque desconocen si su ser querido habría querido ser donador o no.

"Las negativas más frecuentes son: 'Yo no sé si él quería o no quería'", señala Irma de Osio, quien por una década fue coordinadora del Programa de Donación y Procuración de Órganos del Hospital Universitario.

"No es tan infrecuente que cuando dicen que sí a la donación es porque sus familiares habían dicho en vida que sí querían ser donadores".

Quienes trabajan con trasplantes de órganos y tejidos concluyen que para elevar las tasas de donaciones en el País es importante que cada persona reflexione si le gustaría ser donador al morir, y de ser así, hablarlo en vida con su familia.

'QUIERO SER DONADOR'

Una persona viva puede donar uno de sus riñones (lo más común), una parte de hígado o algunos tejidos.

En el caso de personas fallecidas, la donación puede ser a partir de la muerte por paro cardiaco (puede donar tejidos como córneas, huesos y piel) o por muerte encefálica, que da pie a donaciones multiorgánicas (corazón, pulmones, hígado, riñones, intestino, tejidos...).

La Ley General de Salud señala que todos los mayores de edad pueden decidir en vida si desean ser donadores al morir. Existen documentos con los que se puede expresar dicha voluntad, como la tarjeta de donador y en la credencial de manejo.

Sin embargo, quien tiene la palabra final tras la muerte es la familia.

"Para que una persona sea donadora se necesita el consentimiento de la familia", afirma Zapata Chavira.

"A pesar de tener en nuestra licencia (de manejo) que queremos ser donadores o estar registrados en Centro Nacional de Trasplantes y tener nuestra credencial (de donador), esto es con fines informativos y estadísticos.

No son documentos legales".

Es por eso que los hospitales que tienen permisos para realizar donaciones y trasplantes cuentan con especialistas encargados de aproximarse a las familias, en esos momentos de duelo, para preguntarles si aceptarían donar los órganos de su ser querido.

Y ahí es donde han encontrado que el desconocimiento sobre los deseos de su familiar es la limitante más grande.

"Si cada persona está convencida (de que quiere donar) lo más recomendable es que lo platique con la familia cercana", aconseja Zapata.

Durante su experiencia en el ámbito, la enfermera De Osio ha presenciado historias conmovedoras: recuerda, por ejemplo, aquella mujer cuya familia se animó a donar sus órganos luego de que una de las hijas recordó que su madre le había expresado su deseo de ser donadora.

También ha visto de cerca cómo aquellos que aceptan la donación atraviesan un duelo diferente.

"La satisfacción de que no fue en vano (la muerte). Falleció, pero trascendió", comenta De Osio, quien hoy es coordinadora del programa de trasplante pulmonar del Hospital Christus Muguerza.

Argentina es un ejemplo de país que ha cambiado la forma en que operan las donaciones en busca de incrementarlas. Con su "Ley Justina", desde 2019 se considera donante a todo mayor de edad que en vida haya manifestado su deseo a donar o que no haya dejado constancia de su oposición.

En estos casos, los médicos ya no necesitan el consentimiento de la familia.

DERRIBA LOS MITOS

Detrás del rechazo de las familias a donar también están los mitos en torno a la muerte encefálica, que hace dudar a la familia si el paciente realmente está muerto.

"La muerte encefálica es la pérdida irreversible de las funciones cerebrales. El paciente no tiene reflejos, no respira, pero gracias a los medicamentos y a los medios mecánicos (de ventilación) podemos mantener vivos los órganos de 24 o 48 horas", explica Zapata Chavira.

"Eso no es un coma, es una pérdida irreversible y la persona ya falleció".

Aunque la persona ya murió, el hecho de que su corazón siga latiendo por unas horas hace creer a algunas familias que quizá su ser querido despertará.

Y, a pesar de que no ocurrirá, esto detiene a algunos de aceptar la donación.

En abril pasado, el Cetraenl dio a conocer que la negativa familiar en el 2023 en muertes encefálicas fue de más del 40 por ciento. De 78 casos, hubo 34 rechazos.

"Las personas que fallecen por muerte encefálica son muy poquitas, un 3 por ciento de la población general", destaca Zapata.

Entre las principales causas están trauma en la cabeza por un accidente en un vehículo de motor, caídas, heridas de bala, hemorragias en el cerebro, sobredosis de medicamentos, ahogo y envenenamiento.

Si las posibilidades de una donación múltiple son mínimas, los mitos hacen que sean muchísimo más bajas.

Nuevo León ocupa el quinto lugar nacional en donaciones concretadas por muerte encefálica y el séptimo por fallecimiento por paro cardiaco.

Sin embargo, 833 personas actualmente están a la espera de un órgano para un trasplante. En México son casi 20 mil.

"Qué bello que después de que mueres puedes seguir ayudando", reflexiona De Osio. "No una moneda, no un pedazo de pan, sino vida".

Y tú, ¿quieres ser donador? Haz que lo sepan los demás.

POR MÁS DONACIONES

Estos son los mitos más comunes sobre la donación de órganos:

- El que tiene muerte cerebral no está muerto.

La muerte cerebral es irreversible.

- Cuando donas tus órganos el cuerpo se desfigura.

Hay protocolos médicos para tratar y entregar el cuerpo con dignidad.

- Las religiones prohíben la donación y trasplantes de órganos.

La mayoría de las religiones dejan en libertad de conciencia para decidir.

- Al registrarte como donador no recibirás atención médica.

La atención médica se brinda sin importar si se es donador.

- Los órganos son vendidos.

Le Ley no lo permite. Además un trasplante requiere un equipo de infraestructura muy complejo para hacerlo.

EL PANORAMA EN NL

Donación y trasplantes del 1 de enero al 31 de julio del 2024:

- 82 donaciones concretadas de personas fallecidas.

- 35% de negativa familiares en donación.

- 833 personas en espera de un trasplante.

- 339 trasplantes realizados.

- 5 lugar en donaciones por muerte encefálica.

- 7 lugar en donaciones por fallecimiento por paro cardiaco.

 

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