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Estos pequeños puntos deben mantenerse en constante monitoreo.
¿Qué son?
Identificados por la Fundación Mexicana de Dermatología como lesiones pigmentadas benignas o malignas, en el argot de la medicina son conocidos como "nevos".
La cantidad varía, pero en promedio una persona puede presentar hasta 40 o 50, en diferentes partes del cuerpo.
¿Por qué?
Estos pequeños puntos aparecen debido a la presencia conjunta de melanocitos, las células encargadas de la tonalidad en la piel. Aunque algunos son heredados, los habitual es que aparezcan durante la niñez o adolescencia; pocas veces, durante la adultez y, en el mejor de los casos, desaparecen en la edad adulta mayor.
Dos tipos:
Comunes y displásicos. Los primeros van del tono marrón oscuro al rosáceo; su forma debe ser uniforme, ovalada o redonda y no superar los 6 milímetros.
Los segundos se caracterizan por ser asimétricos, con diámetros y bordes irregulares o textura escamosa; y se deben revisar para evitar complicaciones.
Un problema...
Los displásicos deben ser monitoreados frente a posibles cambios en tamaño, textura o incluso, si ocasionan picazón o evolucionan de manera alarmante.
Además de los antecedentes familiares de melanoma, tener una cantidad mayor al promedio puede ser un signo de alerta para este padecimiento.
Al doctor
Para detectar y prevenir, hay que monitorear todo tipo de lunar, con revisiones periódicas del cuerpo, desde la planta de los pies, cuello, espalda, cabeza o genitales.
Se recomienda asistir al dermatólogo para una revisión periódica.
Fuentes: National Cancer Institute, Mayo Clinic y Fundación Mexicana de Dermatología