Frente a la larga y desesperanzadora lista de espera para recibir un trasplante en este país, la asombrosa capacidad regenerativa del hígado plantea una importante oportunidad.
"Apreciamos y consideramos a los donantes como héroes; su buena voluntad y su corazón generoso permiten que alguien más vuelva a la vida.
Es el regalo más grande que alguien podría recibir", Eduardo Fernandes, Médico cirujano
Así como una persona sana dona uno de sus riñones a algún paciente que lo necesite, y ambos viven luego de ello, algo similar puede hacerse con el hígado, a pesar de que el organismo cuente con uno.
¿Cómo es posible esto?, tomando sólo una porción del órgano, lo cual se conoce como trasplante hepático de donador vivo.
"Es un procedimiento mediante el cual un donante sano dona una parte de su hígado a un paciente que sufre una enfermedad hepática terminal.
Se toma quirúrgicamente una porción del hígado del donador, y se implanta en el receptor en cuestión de minutos", detalla a Grupo REFORMA Eduardo Fernandes, miembro del centro médico Cleveland Clinic, en Estados Unidos.
"Tanto la parte restante del hígado del donante como el injerto trasplantado volverán a crecer en un corto periodo de tiempo - días o semanas- para proporcionar la función necesaria en ambos individuos", agrega el especialista egresado de la Universidad de Roma La Sapienza, y quien ha realizado alrededor de 200 trasplantes de hígado.
¿Qué es lo que permite la regeneración de este órgano?
La regeneración del hígado es un proceso complejo y ha sido estudiado por muchos años. En buena medida, sigue siendo un misterio.
Lo que sabemos es que una compleja red de factores de crecimiento hormonal se activa cuando el cuerpo "siente" que se ha perdido una parte del hígado.
Es de vital importancia para el cirujano que realiza el trasplante entender este proceso, especialmente en lo que respecta a la cantidad de tejido hepático que se puede extraer de forma segura de un donante, y que sea del tamaño adecuado para el receptor.
Según la American Liver Foundation, el porcentaje de hígado que se extrae depende de la edad y tamaño de la persona receptora. Si es un adulto, se toma poco más de la mitad del órgano; si el trasplante es para un menor, se extrae una cuarta parte.
Identificar la cantidad exacta de hígado a remover, a partir de la apropiada comprensión de la anatomía de donante y receptor, es parte de los desafíos adicionales que implica este tipo de trasplante a diferencia de la donación cadavérica, cuando se trasplanta el hígado completo de una persona ya no viva.
¿Y en México?
En México, donde al día de hoy 226 personas esperan por un trasplante de hígado, el primer trasplante hepático de donador vivo exitoso se realizó en el Hospital Infantil Federico Gómez, en 2001.
En 2020, en plena contingencia por el Covid, médicos del IMSS en Jalisco trasplantaron a un menor de 2 años un segmento del hígado de su madre.
Y TecSalud también ha comenzado a impulsar este procedimiento como una alternativa a la falta de donadores de órganos en el País.
La Fundación Mexicana para la Salud Hepática refiere que los trasplantes hepáticos de donantes vivos a adultos son pocos debido a los riesgos que implica.
Y que si bien en infantes la cifra es mayor, en realidad siguen siendo mínimos los casos en comparación con trasplantes por donación cadavérica.
Cada 26 de septiembre se conmemora el Día Nacional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, y ante la insuficiencia que afecta a quienes esperan un hígado, un riñón -más de 16 mil personas-, una córnea -más de 2 mil 800- u otro órgano o tejido, hallar nuevas alternativas es cuestión de vida o muerte.