Ma. Teresa Medina Marroquín
Orbe
La victoria electoral de Donald Trump regresando triunfante a la Casa Blanca y preparándose a gobernar al todavía país más poderoso del planeta pone en guardia al gobierno de Claudia Sheinbaum, a fin de que todas y todos de este lado se alisten a enfrentar negociaciones altamente difíciles de resolver y en donde ambas naciones resulten satisfechas.
¿Difícil, verdad? Sin embargo, tanto en Washington como en la CDMX, sus respectivas élites políticas están más que conscientes de que a ninguna de las dos partes les convendría ninguna revisión radical del T-MEC como de las agendas de cada país y sus entrecruces obligados y estratégicos, bajo el estigma de presiones bravuconas o amenazantes.
Viene una nueva era donde la política de altos vuelos ---una vez superados los escollos que se presentaron con la Corte por la Reforma Judicial--- tendrá que ser, en su vertiente diplomática, la única opción para superar los nuevos desafíos que impone la dinámica migratoria y esencialmente el tema comercial.
NI MODO QUE MÉXICO SE CAMBIE A BRASIL Y EE.UU. SE VAYA A ÁFRICA
Y salvo que alguna de las dos partes suponga (cómica y estúpidamente) que pueda cambiarse de ubicación geográfica, que México se convierta en Brasil y Brasil en México, o Estados Unidos se mude a alguna región de Asia o África, o simplemente arrancarse del macizo continental (¡qué cosas dice uno!), entonces ya no habría nada que proyectar.
Pero el caso es que el anterior escenario utópico no sucederá y los márgenes políticos, económicos y culturales en los dos lados de la frontera no son sólo muy reducidos, sea por razones históricas y comerciales, sino porque las prioridades de ambas sociedades se encuentran muy entrelazadas y en coincidencias muy arraigadas en las que sobran las explicaciones.
En ese sentido, ni Trump llegará a cumplirle tantas amenazas al Gobierno de México, ni el Gobierno de México será obligado a sufrir horizontes que circunscriban tanto daño como los desmesurados incrementos arancelarios.
Todo se resolverá bajo los cauces de la diplomacia más destacada, interviniendo en esto no sólo el canciller Juan Ramón de la Fuente ni el propio embajador Esteban Moctezuma Barragán, sino que los buenos oficios políticos de Marcelo Ebrard habrán de sobresalir.
URGENTE QUE LAS CONSISTENCIAS CONCEPTUALES E IDEOLÓGICAS SE REACOMODEN
En semejantes debates igual intervendrán los muy influyentes gobernadores fronterizos, donde sin duda el Dr. Américo Villarreal Anaya es una de las figuras más importantes dentro de (por así decirlo) esa nueva nación (¿América-Mex?), ubicada exactamente entre Estados Unidos y México.
En suma, esa es la solución que demandan los nuevos tiempos entre México y Estados Unidos y sus también dos nuevos gobiernos que habrán de ingeniárselas para que sus consistencias conceptuales e ideológicas, y sus respectivos intereses comerciales se vuelvan a reacomodar entre sí y se cierren las enormes brechas de las que tanto se habla en fechas recientes.
FORMAR LÍDERES CON UN PROFUNDO SENTIDO HUMANISTA: DÁMASO ANAYA
El rector Dámaso Anaya Alvarado reafirmó el propósito de fomentar en las y los estudiantes de la UAT las herramientas para convertirlos en agentes de cambio y que asuman el compromiso de ser líderes con un profundo sentido humanista, capaces de transformar su vida y el entorno.
Ante cientos de estudiantes en el Campus Victoria, Dámaso Anaya puso en marcha el Primer Taller de Liderazgo Juvenil “Rompiendo Barreras: Humanismo Transformador UAT", y expresó que este evento es, precisamente, una de esas herramientas con las cuales se pretende que los jóvenes exploren, descubran y potencialicen sus talentos.
¡Deseándoles un día maravilloso!
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