La dermis se clasifica en función de la edad y del estado de la persona. Ya no se habla de si una tez es grasa, seca o sensible, sino de qué cosas son capaces de alterar su estado.
Desde la firma Eucerin apuntan dos causas: endógenas y exógenas.
Las primeras apuntan a la predisposición genética, así como los altibajos hormonales y al estado de la mente como la ansiedad, el estrés.
La segundas se refieren a los factores que nos rodean como los rayos del sol los radicales libres, la climatología y la alimentación, el tabaco y el alcohol.
Una vez que la piel está examinada, es determinante administrar las fórmulas cosméticas y los tratamientos de belleza. Entre los 20 y los 30 años la piel comienza a envejecer, es el momento de prevenir males mayores.
La hidratación y el protector solar son los mejores aliados.
A partir de los 30 y hasta los 40, la piel facial comienza a perder su tersura y como la ley de la gravedad actúa con firmeza es conveniente echar mano de productos ricos en ácido retinoico y antioxidantes.
Cumplidos los 40, el óvalo facial se desdibuja. Lo que empezaron siendo una simples líneas de expresión ahora son arrugas. Los mejores aliados los cosméticos de efecto tensor y los que rellenan los surcos.
Hasta los 40, los tratamientos estéticos son más bien conservadores, previenen y frenan el envejecimiento.
EL RETO DE LOS 50, 60 Y 70.
A los 50, con los trastorno de la menopausia, suele aparecer la flacidez, manchas faciales y sequedad cutánea "la piel pierde casi un tercio de su colágeno", explica la doctora Sofía Ruíz del Cueto, codirectora de la clínica estética Mira+Cueto, quien recomienda tratamientos de revitalización facial.
La reposición de los volúmenes, los láseres, las inyecciones de vitaminas y los hilos tensores suelen ser buenos aliados.A esta edad hay que combatir las arrugas y el fotoenvejecimiento.
"Aconsejo tratamientos que combaten la flacidez de forma natural estimulando el propio colágeno, equipos que recuperan la piel fotoenvejecida y en los casos más difíciles refuerzo de los resultados con la aplicación de técnicas de medicina estética como los rellenos de arrugas, la mesoterapia y la toxina botulínica", explica la esteticista Felicidad Carrera con más de treinta años de experiencia.
A los 60, el descolgamiento de la mandíbula y el cuello es inevitable. La tecnología de los láseres ayudan a eliminar la grasa de esa zona y estimula el colágeno.
Carrera dice que a esta edad se puede estar estupenda sin recurrir al bisturí, siguiendo unas pautas básicas de cuidados, como limpiarla dos veces al día, usar una hidratante, un protector solar y una crema de tratamiento por la noche.
Lo más importante es la constancia, además de seguir una dieta saludable y acudir a los centro de estética por lo menos una vez al mes.
Con los años, la regeneración celular se ralentiza. La piel pierde su grosor, se torna más frágil y puede presentar manchas blanquecinas.
"Lo fundamental es presentar un rostro lleno de luz. La clave del éxito está la exfoliación y la hidratación profunda", concluye Felicidad Carrera.
Carmen Martín.
Efe-Reportajes.