Cynthia Urias le teme al "baby blues"

(EL UNIVERSAL).- Este es su tercer embarazo y Cynthia Urias ya está lista para darle la bienvenida a su bebé, para lo que no está tanto es para el proceso que sigue después del parto, pues anteriormente se ha enfrentado a un mal que pasan muchísimas mujeres y que tiene que ver con cambios físicos y hormonales conocido como baby blues.

“Me dio en el primer embarazo y en el segundo no y digo 'ay no que no me vaya a dar ahora', de cualquier forma ya sé qué hacer, tengo que tomar mucha agua, estar en movimiento, pero eso es lo que me da encerrarme, no estoy acostumbrada a estar encerrada, eso me da un poco de estrés.

Le estoy pidiendo mucho a Dios que todo sea maravilloso pero eso del posparto quisiera que no existiera”, comentó durante su baby shower en el programa “Cuéntamelo Ya!”, en el que este viernes entrará Inés Gómez Mont en su lugar.

Como figura pública durante su embarazo ha recibido de todo, desde bendiciones y alegría por parte de sus seguidores en redes sociales hasta críticas, y es que ella aún continúa usando tacones y no por exigencia de su trabajo sino porque así se siente más cómoda, lo que no ha sido del agrado de todos.

“A mí no me molesta, todo el mundo se mortifica, se mortifica mi doctor, mi familia, la gente de las redes sociales y yo es como me siento más cómoda, en zapato de piso me siento muy incómoda hasta como que me atoro y digo no, a ver, mis tenis hasta de tacón, así me siento bien”.

Para ella las críticas más difíciles son las de las mismas mujeres, puesto que considera, son quienes deberían entender tal vez un poco más las situaciones que atraviesa una mujer.

“A mí me parece mal porque es una gracia de Dios la verdad poder dar a luz y poder dar vida a un ser y todavía trabajar y poderte presentar en tus labores rápido, nos deberíamos poner todos en los zapatos de los otros pero a veces fíjate que lo raro es que las críticas más fuertes y las más agresivas vienen las mujeres, a mí me critican mucho por los zapatos, que por las piernas...”.

Afortunadamente, dice, tiene la conciencia para no tomarlo en serio.