Por: Alejandra Chavana
Como forma de subsistencia, hermanos practican el arte callejero del malabarismo desde hace dos años, sin importar el riesgo de realizar sus actos en los bulevares más transitados de la ciudad.
No hay un lugar asentado en el que estos hermanos, de 16 y 17 años de edad, presenten sus actos de malabarismo, ocasionalmente podrían ser apreciados en los Bulevares Hidalgo, Morelos o en la lateral del Canal Anzaldúas.
El desarrollo de esta habilidad dio inicio hace dos años, sin embargo, el malabarismo en las calles lo dominan desde hace un año aproximadamente, en un horario de 6:00 a 13:00 horas.
Ellos se inspiraron en este arte al descubrir las diferentes facetas que existen y lo arriesgado que puede ser llevarlas a la práctica; los hermanos esperan algún día ser malabaristas profesionales en un circo de talla nacional o internacional.
“Me gustó porque es algo difícil, no cualquiera lo puede hacer y a mí me gusta lo difícil, por eso me inspiró, se necesita mucha paciencia para lograrlo”, comentó uno de ellos.
Los hermanos malabaristas encontraron a través de sus destrezas un estilo de vida y una forma de subsistir, con la esperanza de pulir sus habilidades y escalar al mundo profesional del arte.