Las elecciones en Durango transcurrieron en general en calma, aunque se presentaron algunos actos vandálicos en al menos 20 casillas.
El contratiempo más notable fue el robo de 2 mil boletas de la casilla 237, aunque inmediatamente el Instituto Electoral de Durango repuso el material.
En otras casillas echaron chapopote en las entradas, aceite y hasta excremento.

Algunos lugares previstos para la instalación de casillas, escuelas principalmente, amanecieron cerradas con candados y hasta con puertas soldadas y chapas nuevas, por lo que se demoró en abrirse las casillas.

En una casilla inclusive aventaron una bomba casera con ácido, lo que provocó que se atendiera a un funcionario de casilla por intoxicación.
El candidato del PRI, Partido Verde y Panal, Esteban Villegas, denunció en la jornada que había personas de otros estados, pero la situación no pasó a mayores.
Denunció también que encontraron varias bardas contiguas a algunas casillas, donde había pintadas leyendas en contra de su persona.
En cambio, el candidato de la alianza PAN-PRD, José Rosas Aispuro, había denunciado la persecución hacia su equipo de trabajo por parte de presuntos servidores públicos del gobierno del estado.
“Que los miedos no los vayan a detener porque la fuerza de la ciudadanía es mucho mayor”, comentó Rosas Aispuro.