Joyas oxidadas

En Reynosa el negocio del rescate de autos viejos apenas empieza. Es común ver todavía en los garajes o en los patios algunas joyas oxidadas que se resisten al paso del tiempo.
En la calle Pedro J. Méndez, entre Bravo y 16 de Septiembre de la Zona Centro, dos reliquias de los años cincuenta, un Volvo de color rojo ladrillo y un viejísimo Volkswagen duermen el sueño de los justos.
A dos kilómetros de distancia, sobre la calle París de la colonia Beaty, un Studebaker de la década de los veinte luce como una empolvada reliquia de la época de los gángsters.
Y sobre la Avenida Rosalinda Guerrero, en un taller de pintura y enderezado, el propietario mantienen varios proyectos de restauración que aún tardarán en llegar, porque las piezas que requieren son difíciles de conseguir.

DIA NACIONAL

Este domingo 12 de febrero se celebró el Día Nacional del Auto Clásico. En ciudades como Reynosa, donde hay afición por los modelos antiguos, se llevaron a cabo desfiles en las principales avenidas.
Aquí, el Club de Autos Clásicos de Reynosa partió a las 11:00 Hrs., del estacionamiento de HEB Morelos, siguió por la calle Rosalinda Guerrero, Boulevard Del Maestro, llegó al Boulevard Hidalgo, siguió hasta la Avenida Praxedis Balboa, tocando nuevamente el punto de partida; siguieron por el Boulevard Morelos, repostaron frente a PEMEX y después concluyeron en la Plaza de la República, donde exhibieron las flamantes y coloridas unidades.
Coincidentemente, el Club celebra también ésta año su aniversario número 15 y lo harán con una serie de eventos que culminarán en diciembre con su tradicional exposición.
Elías Fuentes, Presidente del Club de Autos Clásicos y Antiguos de Reynosa, comunicó que empezaron en el 2002, con apenas unos cuantos miembros, unidos por su pasión a éste tipo de vehículos.
Pascual Navéjar, integrante de la misma organización, expresó que fue el 4 de mayo del 2002 cuando algunos aficionados empezaron a reunirse y a compartir información.

Eran doce personas, pero al paso de los tiempos la cantidad creció hasta duplicarse.
¿Cuánto cuesta restaurar un clásico? Navéjar comentó que el costo de una restauración depende de la condición en que se encuentre la unidad.
"Casi todos tratamos de dejarlos originalitos, o sea, desmontar la carrocería del chasis, hacer la reparación total, en ensamble y la pintura para que duren otros cuarenta o cincuenta años, según los que tengan.

Yo tengo uno que ya tiene 86 años", dijo.
El más viejo de su colección es un Ford de 1930, para dos pasajeros, pero también tiene un 1931 de modelo A para cinco pasajeros; tiene modelos 50 y una Pick Up de 1969.
Reveló que las piezas originales se consiguen en Nueva York, en una empresa que tiene partes de vehículos motorizados de la marca Ford de 1902 y 1903.
Contra lo que se pueda creer, dichas piezas no son excesivamente caras, sino que se tienen que pedir a la tienda, pagar el flete y esperar alrededor de diez días para recibir las partes.
Si una característica tienen los autos clásicos es el exagerado uso del cromo.
Los propietarios de éstos vehículos generalmente acuden a algún taller de cromado de aquí mismo, de Valle Hermoso o de Monterrey.
"Aparentemente quedan muy bonitos, pero no duran, porque les hace falta un asiento de bronce en el fierro y luego el baño de cromo.

Si no lleva esa base de bronce no dura mucho", agregó.
Una Pick Up de 1968, ya restaurada, puede valer alrededor de 8 mil dólares, mientras que una camioneta de los cincuenta tiene más valor, sobre todo si se conserva con partes originales, tiene un costo de más de 14 mil dólares.

JOYAS OLVIDADAS

Desde el punto de vista de los coleccionistas de autos clásicos, resulta una lástima que todavía haya vehículos antiguos carcomidos por el óxido, sin posibilidades de ser rescatados.
Pascual Navéjar dijo que tal vez no los valoran y quizás sean herencias de los padres o abuelos.
"Es un desperdicio dejarlos ahí que se atrofien más; sí, es una lástima que no los restauren", aseguró.
En la región norte de Tamaulipas y en el Valle de Texas existe un buen mercado para éste tipo de automóviles restaurados.
Los coleccionistas buscan determinadas marcas y modelos que estén en magníficas condiciones.
Autos clásicos con todas sus partes originales pueden valer fortunas, por ejemplo, un ejemplar de Mercedes-Benz de 1954 se vendió en 29 millones de dólares, un Ferrari 1967 Spyder fue comprado en una subasta por 27 millones y un Ferrari del 57 Testa Rossa Prototype, a 16 millones de dólares.