EL UNIVERSAL

Ante la ola de violencia en contra de periodistas en el país, especialistas en temas de seguridad e impunidad coinciden en que su protección y seguridad no ha sido una prioridad para el gobierno mexicano.

Gerardo Rodríguez, coordinador y coautor del índice global de impunidad, de la Universidad de las Américas de Puebla, señaló que “el gobierno es responsable directo de la violencia contra los periodistas porque nunca se tomó en serio su protección”.

Destacó que hay una falta de recursos para la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión y advirtió que esto es una muestra de que el tema nunca fue prioritario.

“La fiscalía de atención a periodistas en esta administración nunca fue una prioridad del Presidente [Enrique Peña Nieto], ni del secretario de Gobernación [Miguel Ángel Osorio Chong], ni de los procuradores generales de la República”, dijo.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Rodríguez aseguró que la violencia se combate reduciendo la impunidad y ésta a su vez se combate investigando los delitos contra los periodistas.

“Seguro que no será posible que cada periodista en México tenga escoltas, pero sí debe ser posible que se investigue y se castigue a los culpables de los homicidos de 40 periodistas en este sexenio”, afirmó.

Por su parte, Erubiel Tirado, experto en temas de seguridad, coincidió en que la falta de recursos destinados a la protección del gremio es un insulto y una burla por parte del gobierno federal que refleja la falta de interés por resolver el problema.

“Este año le redujeron el presupuesto a la fiscalía 30%, el mensaje es que hagan más con menos y eso no es posible, es ofensivo”, dijo.

El especialista aseguró que algunas de las medidas tomadas por las autoridades sólo son de carácter “paliativo”, como los mapas de riesgo, que parece que son acciones “con las que el gobierno se lava las manos.

Señalaron que el gremio debe crear una agenda única con la que se exija justicia y dignidad hacia el trato con los periodistas: “Se debe plantear una agenda común, porque es obvio que nadie se va a negar a que se esclarezcan 40 asesinatos”.