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Amó Hamm trabajar con Eastwood y Cruise

Su filme "Richard Jewell", de Eastwood y acerca del atentado en Atlanta 96, se estrenará en enero en México. Foto: cortesía: Peter Ash Lee / The New York Times
Amante de los cómics, Jon Hamm se quedó con las ganas de ser el nuevo Batman a pesar de estar entre los favoritos de muchos fans
sábado, 7 de diciembre de 2019
Por: Mario Abner Colina
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"Aprecio mucho 'Mad Men', obviamente. Don Draper me dio una carrera, pero hay más que eso".
Jon Hamm, actor
Agencia / Reforma
Los Ángeles, Estados Unidos (07 diciembre 2019).- Amante de los cómics, Jon Hamm se quedó con las ganas de ser el nuevo Batman a pesar de estar entre los favoritos de muchos fans, quienes lo veían como idóneo por su voz gruesa, físico intimidante, edad madura y elegancia para vestir de traje.

Pero la estrella de Mad Men no se quedó con las manos vacías y este año el destino le regaló trabajar con dos de sus mayores ídolos.

Con Tom Cruise estrenará el próximo año Top Gun: Maverick, secuela del clásico de acción de 1986 sobre un temerario piloto aviador.

Y con el mítico Clint Eastwood volvió a colaborar en Richard Jewell, drama sobre el atentado terrorista en los Juegos Olímpicos Atlanta 96, interpretando al agente del FBI que sigue el caso.

Fueron, asegura, dos experiencias memorables y, a la vez, clases de profesionalismo.

"Es increíble.

Tom es increíble. Él, al igual que Clint, son pilares de la industria y se han ganado con justicia su reputación. Son espectaculares creadores de cine.

Son enormes estrellas. Al estar con gente como ellos sólo deseo no echarlo a perder y dejarme empapar por su talento", dice el actor, con humor.

En Top Gun: Maverick, uno de los blockbusters más esperados del próximo verano, Hamm encarnará a un alto oficial de la Marina de Estados Unidos, pero el oriundo de San Luis, Missouri, poco más puede decir: la producción se guarda con tanto celo que, siempre que abre la boca, siente que hay un rifle con mira telescópica apuntándole.

"Va a ser un acontecimiento cinematográfico", se limita a decir.

De 48 años, Hamm es mundialmente conocido por su papel del narcisista y mujeriego publicista Don Draper en Mad Men, que le dio dos Globos de Oro y un Emmy.

Desde 2015, cuando la serie llegó a su fin, ha tenido que demostrar su valía más allá de ese proyecto mágico, que se ganó el aplauso del público en casi todos sus departamentos y la aclamación de la crítica por siete temporadas.

"Los dos primeros años desde que Mad Men acabó, fue un enorme reto.

Me llegaban muchas ofertas pero casi todas eran para hacer personajes como Don Draper. Conscientemente me propuse hacer cosas distintas. Si me repetía, no era digno de llamarme actor.

"Yo sabía que había hecho cosas interesantes cuando Mad Men estuvo al aire, particularmente en la comedia, como 30 Rock (2009) o Bridesmaids (2011), con Kristen Wiig.

Me gusta mostrar esa otra faceta de mí. Por suerte, creo que me he ganado la credibilidad en papeles serios y de humor".

A pesar de gozar del éxito y la fama, la vida, dice, le da recordatorios de humildad, como Richard Jewell, su segunda película con Eastwood (tras Space Cowboys, 2000), ubicada en tiempos en que soñaba con verse en pantalla.

"Me mudé a Los Ángeles en 1995, un año antes de la bomba en los Olímpicos.

Me quedaba en los sofás de departamentos de amigos que me ayudaban. Básicamente era un aspirante a actor, desempleado. Pensaba que no lo lograría".

En cuanto a encarnar a un superhéroe, Hamm, quien lee cómics desde los 8 años, sigue con la mente abierta y la pluma lista para firmar algún contrato, pese a que la máscara de Batman ya tenga como dueño a Robert Pattinson.

"¿A quién podría interpretar? Creo que me estoy quedando sin opciones de personajes. Todos los tienen ya ocupados", bromea.

 

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