Por: Esteban Ruiz
Con gran emoción la novia entro del brazo de su padre el señor Mario Quintero a la Parroquia Nuestra Señora de Fátima donde una inminente sonrisa se le dibujo en el rostro al ver a su amado esperándola al final del pasillo.
La ceremonia fue por demás emotiva llegando a su clímax en el momento en que ambos se juraron amor por el resto de sus vidas.
Posteriormente la recepción se llevo a cabo en el impresionante Museo de Acero, Horno 3 del Parque Fundidora en Monterrey, donde a la feliz pareja ya los esperaban amigos, compañeros y familiares para celebrar con ellos la dicha tan grande del matrimonio.
Los ahora esposos fueron receptores en todo momento de muestras de afecto y buenos deseos acompañados de sinceros mensajes de cariño, los cuales agradecieron profundamente.
El festejo fue en grande y la diversión estuvo presente todo el tiempo, rodeados de risas y felicidad esta pareja ahora inicia lo que se espera sea un dichoso y bienaventurado camino juntos.