En la opinión

Pbro Miqueas Cantú Garza

EL VALOR DE UNA DEPENDENCIA PLENA EN DIOS

"Y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos.

Yo también iré." Zacarías 8:21 El clima global se mueve, se vive y se palpa; se habla de crisis económica, crisis política crisis cultural, crisis familiar, crisis religiosa, crisis de valores y crisis ecológica.

Esta inflación del concepto genera un desconcierto algo difuso pero profundo; que se agrava aun más porque no se logra definir con precisión las características, el origen y las consecuencias en las crisis, en la escasez y en el desorden del problema sin solución; pero Dios, es Dios de esperanza.

La esperanza es una actitud básica del hombre, la mujer y la familia. ¿Qué es esperanza? Es una actitud propia de la existencia del que cree en Dios.

Moisés expresó: oh Señor, Dios mío que yo te tema, que ande en todos tus caminos, que te ame, y que te sirva con todo mi corazón y con toda mi alma.

Deuteronomio 10:12.Santo Tomás oro así: Dios de toda bondad, concédenos desearte ardientemente, buscarte inteligentemente, conocerte aseguramente y cumplir perfectamente tu santa voluntad; para la gloria de tu nombre.

El valor de una dependencia plena en Dios esta en la esperanza.La esperanza es transitiva nos lleva a Dios; es constitutiva, nos establece en él, es manifestativa y aplicativa.

Nehemías dijo: Me levantaré y te bendeciré Señor, mi Dios tu eres de eternidad a eternidad; bendito sea tu nombre glorioso, que es exaltado sobre toda bendición y alabanza.

Nehemías 9:5. El valor de una dependencia plena en Dios es tener un concepto real de la presencia de Dios en vida; Tinnie Johonson Flini se expreso así: "Lo que Dios ha prometido"; Dios no ha prometido cielos siempre azules, sendas regadas con flores toda nuestra vida, Dios no ha prometido sol sin lluvia, alegra sin tristeza, sin dolor; pero Dios ha prometido fuerza para el día.

Deseamosesper del trabajo; luz para el camino, gracia para las pruebas, ayuda desde arriba, simpatía infaltable y amor que no muere.
A Karl Barth, famoso teólogo le preguntaron ¿Cuál es el pensamiento más grande que ha tenido? Si Dios me ama bien lo se sin palabras me hace ver.