En la opinión

Pbro Miqueas Cantú Garza

Fiesta de Misericordia

El entusiasmo es el ingrediente inapreciable de la personalidad que ayuda a conseguir la felicidad y la propia formación. Norman Uiment Peale dice: El entusiasmo engendra fe y la fe estímulo y acción; al comparar a los optimistas llenos de energía con los portadores y proveedores de la melancolía; encontramos en el evangelio de Juan: 5, a un hombre que tenía treinta y ocho años carente de entusiasmo.
1.- Deficiencia de años acumulados sin lograr nada.
2 .- Deficiencia de ayuda: Sin amigos, sin familiares y sin establecer relaciones para ayudarle.
3 .- Deficiencia en la competencia: Se esperaba que el ángel moviera el agua y el primero que se metía al agua, era sanado; este paralítico siempre era perdedor.
4.- Deficiencia en el sistema: Para poseer la salud en treinta y ocho años no pensó en otras opciones o formas de salir adelante.
5.- Deficiente en tener confianza en sí mismo: La pregunta de Jesús es determinante, ¿Quieres ser sano? La voluntad genera confianza en sí mismo; por muchos años concentrado en esperar en otro, sin embargo Jesús lo centra en sí mismo.

Jesús le imparte fe entusiasta para cambiar su entorno melancólico en el cual vivió por muchos años.
6.- Deficiencia en la circunstancia propia: Lleno de amargura por ejercitarse en ser negativo, o protegerse de los temores del corazón; sin ninguna esperanza, sin darse ninguna esperanza, sin darse cuenta que la decisión de hablar radicaba en él y ésta era la respuesta a su necesidad.
7.- Deficiencia en sus decisiones: Nunca las vio prosperar; sin darse cuenta encarceló sus propios conceptos, sentido de inferioridad y dudas en sí mismo.
8.- Deficiencia de llanero solitario: No tengo quien me meta en el estanque; la presencia de Jesús destruyó todas las trancas psicológicas archivadas en la mente.
Jesús, en una de las tantas fiestas judías; da una fiesta de misericordia, Jesús se acerca al joven quita la soledad, el silencio, el vacío, la miseria y le da un imperativo potente a un paralitico; Jesús al verlo acostado y le dijo: levántate, toma tu lecho y anda, al instante fue sanado.
La misericordia más real, visible y pujante se ve en la temporada de navidad, donde él espíritu de Cristo anhela manifestar la misericordia activando el entusiasmo; ahora en el presente, Jesús nos dice: levántate, acciona por ti mismo.
Hoy es el día para saber que se puede prosperar al aceptar la bondad y misericordia que da la navidad (Cristo).

Le invito a llenar el corazón con el entusiasmo que da Cristo hoy y siempre.
Feliz Navidad!!