Jaime Elio Quintero García

Déjeme y le Platico de un Libro

Origen y conformación de los partidos en México

No hace mucho, el licenciado Jorge Evia Ramírez, publicó un interesante documento, bajo el título: “Los Partidos Políticos en México”, que hoy quiero comentarle, amigo lector.

Describe con mucha precisión y fundamento la función política que desempeñaron las logias masónicas llegadas al virreinato poco antes de iniciado el movimiento de Independencia; particularmente la Escocesa, cuya presencia data del año 1813, y posteriormente en 1816, llega el ritual Yorkino.

Ambas instituciones jugaron un papel destacado en la construcción del proyecto de nación del México independiente; fueron dos los temas de gran fondo que motivaron el agrupamiento de distinguidos personajes masónicos de la época: las relaciones Estado-Iglesia y la relación centro-provincia.

Así, a partir de las intensas discusiones de estos profundos postulados eminentemente políticos, surgieron los iturbidistas, los borbónicos y los republicanos, todos ellos animados por el interés de participar en la vida pública de naciente nación.

El rito escocés, bajo el liderazgo de don Nicolás Bravo agrupó políticamente a los españoles, a los viejos militares realistas y a todos los que asumían el legado del régimen colonial.

En cambio los miembros del rito Yorkino, liderados por Vicente Guerrero y Lorenzo de Zavala, se pronunciaron a favor de un proyecto republicano-federal y lejos de la influencia española.

Ambos agrupamientos políticos fundaron sus respectivos órganos de difusión; los escoceses el sol y los yorkinos el correo de la federación.

Ante el acentuado antagonismo ideológico de ambas agrupaciones (logias) políticas, don Guadalupe Victoria formó la Gran Legión del Águila Negra, que ciertamente no acabó con las diferencias políticas entre yorkinos y escoceses, mas permitió la llegada de los primeros al poder en 1828, con el gobierno de don Vicente Guerrero.

Sin embargo, en esos años y a causa de las diferencias no erradicadas, la masonería entró en una descomposición progresiva y fatal.

Al final del mandato de Guerrero, lo que eran antes logias (Escocesa y Yorkina), se reagruparon en centralistas y federalistas, más tarde en conservadores y liberales y monárquicos y republicanos.

Para 1871, surgió −con las defecciones de estos grandes divisionismos−, el Partido Radical de Tabasco bajo los principios y postulados políticos del juarismo, así como el Partido Republicano Progresista que impulsaba la candidatura de don Sebastián Lerdo de Tejada.

Hasta aquí −narra el autor Jorge Evia−, fueron sucedidos ocurridos en un primer tramo entre poco antes del inicio de la Independencia hasta la tercera reelección de don Porfirio Díaz.

Sin embargo, amigo lector, la narrativa cronológica del documento continúa hasta la época posrevolucionaria. Cabe decir, en ánimo de provocar el interés de quien le gusta, interesa o le despierta alguna curiosidad, cómo y de dónde surgieron los partidos políticos en México, y cómo evolucionaron hasta constituirse en un sistema de partidos sin contrapesos y dominados por las élites burocráticas de cada uno de ellos.

También, bueno sería agregar al documento a fin de culminarlo con mejor sentido actual, cómo es que llegaron, al correr de los años, a desideologizarse y finalmente convertirse en órganos de gran pragmatismo, casi siempre lejos del interés común, y para mal del sistema político mexicano, cuestionados y hasta rechazados por la sociedad.
GRACIAS POR SU TIEMPO.


¿Sabía Usted?
Mr. Kuinkelly

Los rasgos físicos e intelectuales de los hijos no se heredan directamente de los padres, afirman los genetistas. Es cierto que las personas tenemos 50 y 50 por ciento de genes de la madre y del padre, pero de ellos, lo que cada quien hereda al hijo no está comprobado a ciencia cierta.

Es decir, un padre de ojos verdes no necesariamente tendrá un hijo con ese color de ojos, incluso si los dos progenitores tienen el mismo color de ojos, el hijo puede tenerlos de otro.

Es muy difícil determinar qué rasgo físico o enfermedad le hereda cada padre al hijo, puesto que no dependen sólo de un gen, y además el hijo contará también con dos variantes, que hace exclusiva a cada persona.

En cuanto al carácter o la inteligencia heredado, los especialistas consideran que hay una parte de herencia pero el ambiente y los estímulos para el desarrollo del niño son fundamentales.

Lo que sí está comprobado, es que el hombre es quien determina el sexo del hijo, ya que el cromosoma del sexo está contenido en los espermatozoides.

En tanto que el cromosoma que determina la inteligencia está en el cromosoma X, es decir, que es dado por la mujer; no obstante, para desarrollar las habilidades intelectuales también tiene mucho que ver el entorno en que se crían los hijos, para que el coeficiente intelectual (CI) se desarrolle con mayor nivel.