En la opinión
Pbro Miqueas Cantú Garza
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De la poesía de José Luis Jiménez; en su libro, “algo de mí”… si me vas a amar, ámame como yo te amo; entrégate como yo me entrego, y búscame como yo te busco; jamás te avergüences de hacerlo, porque bienaventurados aquellos que han purificado su vida en el amor.
El amor es indispensable; en vida es decisión, aventura, fiesta perdurable e independencia. El amor lo tienes que vivir e inventar; lo tienes que soñar y tocar; porque si no lo tocas, no lo sueñas, ni lo inventas, sin amor has de vivir.
El amor es sorprendente. La sorpresa más grande es poseer un espíritu de comprensión, de respeto y comunicación. Si quieres que el amor perdure; usa tres cosas: La cabeza, para pensar lo que dices.
El corazón, para sentir lo que haces. La voluntad, para querer usar siempre la cabeza y el corazón. El amor es sabiduría cotidiana si convertimos el amor en credo; porque sin amor, no creeré en las promesas mutuas.
Las promesas mutuas se sostienen en sabiduría, que ella se fundamenta en siete columnas Proverbios 9. El amor es servir; el amor puede andar por el camino de la inteligencia.
El amor matrimonial cuida el peso, en el peso; no olvida la dieta y se mantiene saludable. Amor es cuidar el presupuesto de la familia; manteniendo la estabilidad, la paz, y la confianza.
Para una excelente administración integral que bendiga a la familia; es necesario saber remar todos los días. Hay quienes acumulan muchos deseos sobres deseos; pero no logran mucho, porque falta la acción.
El matrimonio, en muchos casos, comienza siendo un collar de perlas, después; las perlas se convierten en lágrimas de dolor y de impotencia que se desgranan.
Anhelo que su matrimonio avance hacia la casa del banquete.
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