Jaime Elio Quintero García

Déjeme y le Platico de un Libro

Neoconstitucionalismo mexicano

El título de esta colaboración, sirve como entrada al comentario que obliga la puesta en marcha del proceso jurídico constitucional que permitirá elaborar un proyecto de Constitución para la Ciudad de México.

Y digo proyecto, porque es el inicio de un proceso que culminará con la promulgación de un decreto que constituye una entidad federativa libre y soberana.
Ciertamente que será un modelo subgénero, pues la Ciudad de México, es un punto geográfico, político, social, cultural, financiero y económico que ha sido durante cientos de años, centro de la vida imperial prehispánica, virreinal, imperial, independiente en dos ocasiones y republicana actualmente.
Sin embargo, cabe traer a cuento que se trata también de una doble o triple oportunidad de retomar el concepto práctico y no tan ortodoxo del federalismo auténtico, moderno y real, por una parte y por otra, de reposicionar a los grupos políticos, académicos y de intelectuales que promueven la idea de una nueva Constitución federal o de aplicar una reingeniería a la actual, para hacerla moderna y acorde con los perfiles vigentes y futuros de la sociedad mexicana y del entorno institucional, social y político de la globalización en todas sus manifestaciones.
Para este último caso resulta muy interesante y además formativo, amigo lector, leer el más reciente libro publicado por el jurista y constitucionalista Diego Valadés en coautoría con el investigador de la UNAM, Héctor Fix Fierro, disponible en las librerías de la Ciudad de México, en el que ofrecen a la opinión pública y especializada, un replanteamiento y formas perfeccionadas de la actual Constitución de 1917 y sus 696 reformas, desde ese entonces, hasta la fecha.
Paralelo a lo anterior, aunque análogo en muchas de sus partes, está el también muy reciente estudio preparado por la UNAM sobre este tema, cuyo valor es por demás relevante.

En tal caso, el fondo del planteamiento o de ambos planteamientos, en parte, consiste en separar del texto actual, sus tramos sustantivos de los que tienen una naturaleza reglamentaria y más propia de leyes secundarias.
Sugiriendo, en todo caso, la creación de una ley de desarrollo constitucional que las acoja y les dé vigencia práctica, de gobierno y de beneficio común, excluyendo de esta ley, los segmentos no sustantivos y los no acordes a la vida reglamentaria.

Todo ésto, amigo lector, en contexto amplio pero específico también, seguramente beneficiará las tesis del nuevo federalismo y reforzará las soberanías locales y podría, sin duda, poner límite a los excesos del centralismo padecido durante las décadas del viejo régimen y retomado en buena medida por el actual y en curso hasta el año 2018.
A nadie más que a las entidades federadas conviene, que la época del reformismo alcance en su conjunto, la teoría del federalismo constitucional, con la práctica de las libertades, de las autonomías municipales y las soberanías estatales, lo que por consecuencia lógica e inminente traería un mayor y verdadero acercamiento y compromiso de los gobiernos y gobernantes con la sociedad.
Es -por ésto y muchos otros ángulos más- de la mayor trascendencia la construcción, debate y posterior aprobación y promulgación de la Constitución para la Ciudad de México.

Un asunto que debemos seguir paso a paso, pues es verdad objetiva que en este país, lo que pasa en el centro, pasa en la periferia.
GRACIAS POR SU TIEMPO.

¿Sabía Usted?
Mr. Kuinkelly
Trastorno del espectro autista

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que daña el comportamiento y se caracteriza por la incapacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros (tanto verbal como no verbalmente).

También, está asociado con comportamientos repetitivos, como arreglar cosas obsesivamente o seguir rutinas muy específicas.
No existen dos casos de autismo exactamente iguales; los síntomas pueden ser graves o leves.

Los médicos y los científicos denominan esta variedad de síntomas como “espectro”. Entonces, la expresión “espectro autista” se refiere a un abanico de trastornos del desarrollo que incluyen tanto el autismo como otros de características similares.
Actualmente, gracias a las nuevas investigaciones, es más fácil para los médicos diagnosticar y comenzar a tratar a los niños con más anticipación, con un tratamiento temprano y adecuado que, generalmente, incluye terapia del habla y del comportamiento, los niños con autismo pueden tener la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.
Son signos del autismo: dificultad para jugar o relacionarse con otras personas; tener poco contacto visual; no señalar objetos para que se dirija la atención a ellos; movimientos inusuales o repetitivos, como sacudir las manos, girar sobre sí mismos o golpear ligeramente; demoras para lograr fases del desarrollo o retrocesos de lo ya logrado; utilizar un juguete de una manera que parece extraña o repetitiva; no utilizar o comprender el lenguaje de la manera en que comúnmente lo haría un niño de su edad; no explorar el entorno con curiosidad o interés (un niño que parece estar “en su propio mundo”).
Nuevas investigaciones muestran que cuando los padres sospechan que hay algo mal con su hijo, generalmente están en lo correcto.

Si tienes inquietudes acerca del desarrollo de tu hijo, no esperes y habla con su pedIatra para que sea evaluado.
¡Si no lo sabía… créalo porque es cierto!