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Parece un tema banal o que no es digno de ser investigado, pero según unos científicos de la Universidad de California, el éxito en las primeras citas podría estar influenciado por nuestra constitución genética, sumada a las habilidades de nuestro acompañante para reconocer lo que popularmente se conoce como “buenos genes” o aptitud genética.
La muestra estuvo integrada por 262 hombres y mujeres solteros con los que se organizo una dinámica de encuentros rápidos y según Karen Wu, quien guió la investigación, así los participantes tendrían que definir si su acompañante tendría buenos genes o no.
Los resultados del estudio determinaron que los participantes a los que volvían a llamar o acordar otro encuentro reunían las características que a menudo las personas buscan en una relación, que eran liderazgo en los hombres y sensibilidad en la mujer; o lo que es lo mismo, el polimorfismo -1438 A/G en los hombres y el A118G en la mujer.
Al consultarles si esa persona les parecía interesante demostraron que los participantes que encajaban dentro de algunos prototipos establecidos eran más deseados para relaciones a corto y largo plazo que los demás.
Los hombres que tenían ese “ADN alfa” y arrastraban el alelo G de esos polimorfismos eran más deseados por las mujeres para relaciones a largo plazo, y menos para encuentros esporádicos; mientras que con las mujeres ocurría lo contrario.
Las mujeres con carga genética A118G que arrastraban el alelo G gozaban de éxito en las citas rápidas, pero no generaban interés para relaciones a largo plazo.