Demandan la salida de la Policía Federal

APATZINGÁN, Mich., enero 10 (EL UNIVERSAL).- Alrededor de 150 personas, en su mayoría simpatizantes con el grupo que mantenía tomada la presidencia de Apatzingán, marcharon por las calles de la cabecera municipal pidiendo la salida de la Policía Federal, tras el enfrentamiento del 6 de enero en el que nueve civiles murieron.

Sobrevivientes del incidente, en entrevista con EL UNIVERSAL, rechazaron que su grupo intentara emboscar a los policías federales o iniciaran la agresión, como establece la versión oficial de los hechos.

“Nos iban a matar ahí los federales, nos decían que nos iban a matar; lo que pasó fue que salió la gente de ahí y les gritaban los federales que se metieran a sus casas, entonces la gente lo que hizo fue grabar, y por eso ya no nos hicieron nada”, relató uno de los tres heridos que viajaba en la camioneta blanca que —según el comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo— interceptó al convoy de federales para perpetrar la agresión.

El testigo dijo: “Yo iba en la camioneta blanca; queríamos alcanzar a los federales para que se pararan, no queríamos agredirlos, no llevábamos armas ni nada (…)”, según publicó este diario en su edición del 9 de enero, tras entrevistarlo en una cama de hospital donde es atendido.

Ante el resultado del operativo de desalojo de la alcaldía de Apatzingán y las versiones divergentes de lo que ocurrió, hay descontento en la zona, por lo que ayer se realizó la marcha que inició desde las 16:30 horas.

Los manifestantes comenzaron a colocar féretros frente a la alcaldía, en donde también colgaron mantas para denunciar que lo ocurrido el 6 de enero pasado fue una “masacre”.

Rodearon el jardín municipal para después caminar por la calle Constitución de 1814 hasta el monumento a la Cultura, desde donde regresaron al palacio municipal para concluir ahí su marcha encendiendo veladoras que dejaron en el acceso principal.

Algunos de los participantes en la manifestación indicaron que ya no apoyan a ningún grupo en específico, pues ahora se trata de una lucha del pueblo; otros aceptaron no conocer a quienes ese día perdieron la vida o fueron arrestados, pero exigieron que se castigue a los responsables de lo que ocurrió.

Una mujer opinó que lo ocurrido es prueba de que éste “es un pueblo sin ley”.

EL UNIVERSAL