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LA YA FRECUENTE práctica de que hombres armados liberen ilegalmente a reos o detenidos en diversos estados del país, alcanzó ayer a la ciudad de México.
Con saldo de un muerto y dos heridos esta historia empezó la tarde del sábado y terminó la madrugada de ayer domingo. Se la cuento porque el desafío armado al estado de derecho ha llegado a la capital del país.
Carlos Esquivel Orozco, de 44 años, fue detenido por uniformados de la SSPDF la tarde del sábado, porque portaba a la vista de todos un rifle AR-15 que sólo están autorizadas a usar las fuerzas armadas.
Los policías lo remitieron a las 13:45 horas.
Ya en la madrugada del domingo, a las 4:50 horas, tres personas llegaron a la 4a. agencia del Ministerio Público Federal, en el número 10 de la calle de Chimalpopoca, colonia Obrera, donde Esquivel estaba detenido.
Dos de ellos se presentaron como hijos del capturado y el tercero dijo ser su abogado. Fuera de protocolo se les permitió entrar hasta las galeras de la agencia.
Uno de los supuestos hijos del detenido sacó una pistola y disparó al custodio, un elemento de la PGR, de 36 años, al que hirió.
Un agente de la Policía de Investigación repelió la agresión y mató al hombre que había disparado, mientras que el otro supuesto hijo, el abogado y el detenido salieron corriendo del MP y abordaron un automóvil Mazda rojo, placas 134-WTE en el que se dieron a la fuga.
La SSPDF inició inmediatamente un operativo de búsqueda que culminó con la detención del vehículo y la recaptura de Esquivel Orozco, quien presentaba dos heridas de bala y fue llevado al hospital de la Cruz Roja por la ambulancia 37.
Ahí, en la esquina del Eje 2 Oriente Congreso de la Unión y la calle Victoria, colonia Aragón Inguarán, fue detenido otro sujeto que dijo llamarse José Antonio Manríquez, de 22 años.
Fue remitido a la Fiscalía Central de la 50 Agencia Investigadora junto con una pistola Colt calibre 45 milímetros, tres cartuchos útiles y el vehículo.
Otro sujeto logró escapar.
Respecto a los hechos quedan aún muchas lagunas informativas: ¿quién es Esquivel Orozco y porque traía un rifle de asalto AR-15?, ¿el muerto en la agencia es quien se dijo, uno de los hijos, o es el supuesto abogado?, ¿el segundo detenido, José Antonio Manríquez, es el otro supuesto hijo o el abogado?, ¿quién es y cuál el estado del elemento de la PGR agredido, del que corrió el rumor de que también estaba muerto?, ¿quién autorizó que los hombres armados entraran hasta las galeras del MP Federal en la agencia de Chimalpopoca? y ¿cómo es posible que tres hombres, uno de ellos herido, hayan podido escapar de una instalación que uno supondría siempre están resguardas por personal con armas?
No es ocioso exigir estas respuestas porque la selva de la ilegalidad en la que sicarios y policías llegan a instalaciones carcelarias a sacar a tiros a presuntos delincuentes ya no se quedó en Chihuahua, Tamaulipas o Michoacán, por citar tan sólo a algunos de los estados más asolados por la delincuencia.
La ejecución de estos actos ha llegado al corazón de la República con todas las consecuencias que traen consigo en cuanto a la inseguridad misma, pero también en el terreno de lo simbólico: el miedo, la orfandad, el desconcierto.
Instantáneas: 1. JORNALEROS. El subsecretario de Gobernación, Luis Miranda Nava dejó “plantados” el viernes a los jornaleros agrícolas del Valle de San Quintín, en Baja California, que lo esperaban con respuestas a demandas laborales que quedaron pendientes de resolverse en la reunión de Ensenada de abril pasado.
Se les dijo que no habían concluido la propuesta y que el subsecretario no había tenido transporte disponible para llegar. Los jornaleros lo tomaron como burla y el sábado estallaron los ánimos.
Se enfrentaron con la policía de BC con un saldo de 70 heridos, siete de ellos de gravedad.
2. METRO. En medios judiciales capitalinos trascendió que la Procuraduría del DF integra, con todo sigilo, al menos 15 averiguaciones previas por las irregularidades en la Línea 12 del Metro.
Aseguran que por ahí aparecen los nombres de Marcelo Ebrard, Joel Ortega, Bernardo Quintana y hasta Carlos Slim.
3. VECINOS de Tecamachalco, Naucalpan, organizados y movilizados pacíficamente, lograron que el municipio mexiquense clausurara, por no acreditar personalidad jurídica y violentar el uso de suelo, el centro de culto y oración “Kabbalah México”, ubicado en avenida de las Fuentes 218.
lrrodriguezangular@hotmail.com
@RaulRodriguezC
raulrodriguezcortes.com.mx
EL UNIVERSAL
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