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“La ansiedad es una emoción normal que nos pone en alerta cuando anticipamos una posible amenaza. Pensamos más deprisa y nos activamos a nivel fisiológico para tener más recursos que nos permitan actuar de una manera más diligente”, señala el psicólogo Antonio Cano Vindel.
Quienes padecen la también denominada fobia social “tienen miedo de hacer cosas normales delante de otras personas. Lo pasan mal en cualquier situación en la que haya amenazas subjetivas para ellos.
Para uno la amenaza son los extraños; para otro tener que comer sopa delante de otras personas porque le tiembla la mano; para un tercero ponerse rojo cuando le presentan a alguien.
Otras amenazas son no saber qué decir, sudar demasiado, etc”.
Consejos y pautas de curación
Para los sujetos que viven este tipo de situaciones, el doctor Cano ofrece algunos consejos prácticos.
La idea primordial es corregir los errores cognitivos que pueden ser de varios tipos:
a) "Se me va a notar la ansiedad”.
Este es un error recurrente ante el que el doctor afirma que la ansiedad, por lo general, no se nota.
b) “Los demás van a estar pendientes de mi conducta”.
"Esto no es así", comenta el experto. “Los demás no están pendientes de tu conducta. Eres tú el que está pendiente de tu propio actuar y no debes estarlo”, precisa.
c)“No sabré qué decir”.
Ante esta afirmación, el psicólogo recomienda hablar de cualquier cosa que se nos ocurra, en lugar de darle vueltas.
d)“Los demás me rechazarán si me notan algo de ansiedad”.
Esto tampoco es cierto. “Tú no rechazas a los demás cuando les notas nerviosos, sino que sientes empatía por ellos”, asegura.
Además, el especialista aconseja a las personas con ansiedad social centrar su atención en la fiesta y no en sus propios pensamientos.
“Si te centras en tus pensamientos, tu ansiedad va a aumentar. Pero si centras tu atención en la conversación, no vas a pensar en tus errores y estarás más a gusto”, subraya.
En general, es necesario cambiar la interpretación. Las fiestas son para divertirse, no para ir a sufrir.