Piden reactivar alerta para migrantes

Organizaciones dedicadas a proteger los derechos humanos de los migrantes piden se reactive la alerta en las márgenes del río ante la posible presencia de caimanes, luego de que elementos de la Patrulla Fronteriza filmaron hace unos días a un gran lagarto en un tramo del río ubicado entre Piedras Negras y Acuña, Coahuila.
Dada la cercanía con la Presa Falcón, especialistas consideran que es probable que reptiles de esa especie puedan incluso trasponer las cortines y llegar aguas abajo.
Héctor Silva De Luna, Director del albergue de migrantes Senda de Vida, pidió a las autoridades de protección civil que realicen una vigilancia más estrecha en el río para descartar o verificar la presencia de animales que pongan en peligro la vida de las personas que intentan cruzar el afluente para internarse en territorio norteamericano.
Por su parte, el Coordinador de Protección Civil de Reynosa, Marco Antonio Martínez Alvarado, notificó que la última noticia de la presencia de lagartos fue durante la creciente del 2010, cuando un automovilista aplastó un ejemplar en la carretera Ribereña.
Apuntó que en los continuos recorridos que se hacen a bordo de lanchas en el río, no se ha detectado hasta el momento que haya aligatores o caimanes, como aseguran algunas personas que habitan en la margen mexicana.
Mencionó Martínez que la presencia de esos grandes animales no se ha documentado, al menos en éste el tramo que comprende de La Playita hasta los puentes internacionales.
Hace aproximadamente cinco años las autoridades municipales colocaron avisos a la orilla del río, cerca del puente internacional Reynosa-Hidalgo, alertando de la presencia de lagartos.
Actualmente uno de esos anuncios se encuentra tirado en el suelo, destruido por vándalos.
Martínez Alvarado destacó que no se contempla por el momento reactivar la alerta porque de manera continua se hace el exhorto a los migrantes para que no se internen en las aguas del río, debido no sólo a la posible presencia de animales peligrosos, sino por las corrientes internas que pueden arrastrar a una persona.
Lo que sí está documentada es la captura de catanes de hasta 2 metros y medio de largo por parte de pescadores.