La lucha por rebajar siempre se ha considerado una cruzada solitaria en la que la persona trata de vencer a las malvadas calor í as mientras los que est á n a su alrededor la a ú pan o la tientan.
Pero, al parecer, esta batalla s í tiene efectos colaterales.
Un estudio realizado por cient í ficos de North Carolina State University y University of Texas determin ó que la decisi ó n de bajar de peso puede afectar positiva o negativamente la vida en pareja.
El estudioFueron encuestadas 21 parejas estadounidenses en las que uno de sus miembros redujo su peso de manera considerable en un lapso de dos a ñ os. Despu é s de analizar los cuestionarios, determinaron que el impacto del cambio es innegable.
El documento final de la investigaci ó n, Din á micas de peso , reporta que la mayor í a de las parejas se beneficiaron con el cambio y en la lucha contra los kilos hallaron nuevos puntos de encuentro.
Sin embargo, no todo es alegr í a y salud. En los otros casos se detect ó una respuesta negativa ante la p é rdida de peso de un miembro de la pareja.
“ Algunos de los que no deseaban rebajar manifestaban sentirse amenazados e inseguros. Estos encuestados se resist í an al cambio: hac í an comentarios negativos a sus parejas, perd í an el inter é s en el sexo o trataban de sabotear los esfuerzos del otro ” , se ñ ala Lynsey Romo, autor de la investigaci ó n.
El estudio no llega hasta all á , pero no cuesta inferir que estas relaciones no tienen un final feliz. “ Esto no busca disuadir a nadie de rebajar, pero deber í a motivar a las personas para manejar mejor los pros y contras que la p é rdida de peso genera en sus relaciones ” , dice Romo.
As í que a ubicarse, se ñ ores. Las parejas est á n para apoyarse y m á s si se trata de una iniciativa saludable. Si no van a ayudar, no estorben.