Pablo Alborán sube la temperatura en Málaga

Nerja (Málaga), 6 jul (EFE).- La Cueva de Nerja (Málaga) presenta en su interior una envidiable temperatura media de 19 grados, pero esta noche el termómetro se ha visto superado por la seductora y cercana propuesta de Pablo Alborán, que ha cautivado al abarrotado auditorio del Festival Internacional de Música y Danza de la gruta.

Ha sido la tercera vez en apenas treinta días que el cantante malagueño actuaba en su provincia, en esta ocasión en el inigualable marco que ofrece la sala de la Cascada o el Ballet de la Cueva de Nerja, que acoge desde 1960 -un año después del descubrimiento de la cavidad-, el veterano festival, que cumple su quincuagésimo sexta edición.

Las estalactitas, estalagmitas y otros espeleotemas de la cueva han servido de caja de resonancia para la voz de Pablo Alborán, que ha cumplido con las expectativas que generó cuando las entradas para su concierto, con un reducido aforo que no ha llegado a las 500 localidades, se agotaron en menos de dos horas tras ponerse a la venta.

El malagueño está inmerso en su "Tour Terral", en el que está promocionando su nuevo trabajo y llenando auditorios con miles de seguidores, aunque en este caso, ha cambiado de decorado para someterse a la magia de la Cueva de Nerja y su escenario, en el que no caben los artificios audiovisuales y técnicos de los macroconciertos.

Todo aquí es más íntimo, más cercano, el ambiente perfecto para que Alborán desplegase los nuevos temas de su tercer trabajo de estudio, "Terral", ese viento cálido del Sur que, al igual que la voz de este referente de éxito del pop español, hace subir la temperatura.

El cantante ha sabido crear una atmósfera cálida en la que ha bailado, tocado la guitarra y las congas, y ha llenado de romanticismo todos los rincones de la gruta en una actuación única con un gran acústico.

El artista ha empezado su concierto con los temas "El olvido", "La escalera" y "Pasos de cero" y no ha tardado en agradecer a sus fans todo el apoyo que le dan.

Ha afirmado que para él era un "honor" poder actuar en el Festival de la Cueva de Nerja, porque lo había soñado muchas veces cuando era "chiquitito" y había acudido a esta cita a ver varios conciertos.

Alborán ha señalado que se volvía a su casa pensando que algún día podría conseguir ese sueño y ha dado las gracias a su público por hacerlo posible.

Lo limitado del aforo ha impedido a la legión de seguidoras que acompañan al cantante en cualquiera de sus conciertos estar esta vez junto a él, pero Alborán ha vuelto a desatar la locura entre sus incondicionales repasando los éxitos de discos anteriores, en un concierto que se ha prolongado durante una hora y cuarenta y cinco minutos.

De este modo, Alborán ha sabido crear una atmósfera cálida en la que ha bailado, tocado la guitarra y las congas, y llenado de romanticismo todos los rincones de la gruta en un concierto único con un gran acústico que se ha alargado durante casi dos horas.

El cantante ha clausurado las citas del festival en el interior de la gruta, que comenzaron el pasado jueves, y que ahora se trasladan a un escenario al aire libre en el centro de Nerja, en concreto, la plaza de España.

Las actuaciones fuera de la cueva, que serán gratuitas, darán comienzo el 11 de julio con David Bustamante, al que seguirán José Mercé el día 23 de julio y Carlos Baute el 8 de agosto, mientras que la cantaora Argentina será la encargada de poner el punto y final al festival el 15 de agosto.

El flamenco es protagonista en esta edición, en la que cuatro de las actuaciones se realizan en coproducción con la Bienal de Flamenco de Málaga.