Rafael Díez Piñeyro

6 de Julio de 1997

Tamaulipas ganó

El proceso electoral llegó a su término. ¡Por fin!, la sociedad civil tamaulipeca decidió quienes serán sus alcaldes y sus respectivos diputados locales.

Las autoridades electorales cumplieron medianamente con su obligación y el Estado garantizó la paz y tranquilidad necesaria para las elecciones en este ardiente verano pasado por agua.
Ahora llegó el tiempo de restañar heridas, atender las quejas, evaluar qué fue lo que sirvió y eliminar lo que no ha dado resultados positivos.

EL trabajo a realizar es arduo y pesado y la experiencia de las dos últimas elecciones en Tamaulipas deberá de servir para encarar la elección intermedia del Presidente ENRIQUE PEÑA NIETO.
Para el 2015, no habrá pero que valga, PEÑA NIETO, necesita la mayoría en la próxima Cámara de Diputados, que le permita realizar con Pacto por México o sin él, las reformas constitucionales que México reclama para salir de las recurrentes crisis políticas y sociales, mismas que impiden el crecimiento que el país y su sociedad demandan.
El trabajo de los gobiernos de los Estados será fundamental para lograr cumplir con las metas programadas.

Por eso, el gobierno federal vigilará con lupa el cumplimiento de los programas sociales y sus inversiones federales en cada entidad federativa.
Quien se atreva a desviar recursos tendrá su castigo.

Los casos recientes de los gobernadores de Tabasco, Aguascalientes, Morelos, Jalisco y Guanajuato quedarán como antecedentes a lo que el brazo de la ley hará contra aquellos que pretendan enriquecerse al amparo de algún cargo público.

El criminal desvío de recursos públicos deberá de terminarse en un país que se quiere llamar democrático.
La transparencia, la rendición de cuentas y el informe puntual y claro de quien maneja el dinero del pueblo deberá ser una obligación de los servidores públicos.

La clase gobernante actual deberá de bajarse de la nube en que han viajado y así se romperá el círculo vicioso de encerrarse en oficinas sin atender las justas demandas de un pueblo vejado y cansado de tanta injusticia.
La fábrica de nuevos ricos sexenales al amparo de los cargos públicos tendrá que llegar a su fin de una vez por todas y para siempre, la sociedad civil tamaulipeca así lo expresó y lo decidió en la reciente contienda electoral.

Solo un ciego y sordo no verá y escuchará lo que el pueblo reclama. Nunca más se deberá de repetir lo de los gobernadores que se convirtieron en virreyes y que de manera escandalosa saquearon las arcas gubernamentales.
ENRIQUE PEÑA NIETO tiene oportunidad de acabar de una vez y para siempre la nociva práctica de otorgar impunidad a gobernantes rateros y sinvergüenzas, esos que se aprovecharon de su privilegiada posición para favorecer a familiares, amigos y cómplices para burlarse de la confianza del cargo que el pueblo les confirió
PEÑA NIETO podrá ser recordado entre otras cosas, como el Presidente de México que recuperó para el país la credibilidad de la sociedad civil en el servidor público, pero también como un gobernante de mano firme para realizar cambios en su gabinete cuando las cosas no estén funcionando y no se alcancen metas y objetivos.
Deseo aprovechar esta ocasión para agradecer a muy queridos amigos que se tomaron la molestia de felicitarme por los primeros XV años de estos pergeños que pretender ser comentarios y análisis políticos.

En especial a los periodistas ANGEL VIRGEN ALVARADO, ALBERTO GUERRA SALAZAR, JORGE RODRIGUEZ TREVIÑO, MANUEL NUÑEZ, MIGUEL PARRAS, AZAHEL JARAMILLO y mi muy reconocida gratitud a los directores y editores que me dan la oportunidad de comunicarme contigo Lectora-Lector. ¡Gracias!
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