Marco A. Vázquez

Cena de Negros

Teñido de sangre…

Se mostraban orgullosos de ganar, pero además fue un triunfo que les significó más poder y dinero, por eso andaban tan sonrientes y contentos que mejor fingieron ignorar de dónde provenía el recurso que financió la campaña de José Luis Abarca Velázquez, alcalde electo de Iguala, Guerrero en aquel 1 de julio del 2012, hoy con licencia y a punto de caer a la cárcel por la matazón de estudiantes, jugadores de fútbol y sus relaciones con el narcotráfico.

Las dirigencias del PRD, PT y Movimiento Ciudadano aquel día le levantaron la mano a Abarca y a nivel nacional difundieron su triunfo como histórico, vaya, no les interesó en su momento que esa victoria en las urnas la encabezará un presunto narcotraficante, eso era lo de menos para ellos, nomás veían que “crecían políticamente”, luego hicieron cuentas y se enteraban que ganarían más prerrogativas para seguir viviendo como reyes, y ya de paso le mostraban a México que tenían con qué competir, sí, también en ese oscuro rubro.

Hoy, una matazón de estudiantes después, más el asesinato de tres jóvenes futbolistas junto con ataques arteros a los intereses del pueblo, esos mismos dirigentes partidistas que antes levantaban la mano y se enorgullecían del alcalde de Iguala, Guerrero, dicen que se han equivocado, casi con lágrimas en los ojos salen a pedir perdón a la gente, un perdón que no merecen porque la ambición de poder y presupuestos los cegaron tanto que por omisión o complicidad se han manchado las manos de sangre inocente, lo hicieron al llevar a un delincuente a ser alcalde.

“Perdón”, dice Carlos Navarrete, flamante dirigente del PRD a nivel nacional a los habitantes de Iguala, en esa disculpa afirma que José Luis Abarca Velázquez no pertenecía al partido, que fue un candidato externo y además ya lo expulsaron para que no haya duda, lo dice ahora que se ha dado a conocer que el alcalde del que reniega será vinculado al crimen organizado.

No, esa acción, ni las que puedan emprender los dirigentes del PT y de Movimiento Ciudadano (que también fueron cómplices porque llevaron a Abarca a ser alcalde con una coalición de izquierda) devolverán la vida a los estudiantes ejecutados por la policía de Iguala, Guerrero, apoyados por un comando de hombres armados, los cuales presúntamente recibiendo órdenes del alcalde y el grupo del crimen organizado al que pertenece.

Lo más triste para los ciudadanos es que las dirigencias de los partidos políticos se sigan empeñando en gritar que es necesario “blindar las elecciones”, evitar que haya candidatos ligados a la delincuencia, sobre todo no permitir que los gobiernos se gasten el dinero del pueblo para promover a los candidatos afines, pero en los hechos se siguen negando a aprobar una reforma Constitucional que obligue la aplicación de exámenes de control y confianza a quienes vayan a ser candidatos o a ocupar cargos de poder en las administraciones públicas para garantizar que realmente son decentes y no tienen tendencias a corromperse.

Es la doble moral de todos los partidos, de los de izquierda, la derecha, del centro, y de los que vayan a llegar, a ellos solo les interesa el poder y el buscar dinero, de donde sea y al costo que sea, para promocionar a sus candidatos en los calzoncillos de un boxeador, en la camiseta de un futbolista, en los espectaculares más grandes de la ciudad, o donde sea necesario, pero no se preguntan quién aporta los recursos, menos las intenciones que tiene en gastarlo de esa manera.

Hoy en México los políticos se ven teñidos de sangre, tenemos a un PRD, o toda la izquierda mejor dicho, que según ellos se salvaban de esa quema pero ya está visto que se vuelven iguales cuando los ciega el poder y la ambición del dinero.

La forma de evitar esas situaciones es simple, basta que el pueblo corra la voz, se entere de cómo operan, y eviten respaldarlos en las urnas, que recuerden que un voto para personas que no son decentes a la larga sale mucho más caro de lo imaginable porque un corrupto en el gobierno no repara en mancharse las manos de sangre si eso le reditúa más dinero y poder.

En otras cosas… el PAN Tamaulipas finalmente tendrá un nuevo líder a partir del próximo diciembre, el Comité Ejecutivo Nacional ha ordenado la emisión de una convocatoria para antes del 15 de octubre.

Lo bueno es que la militancia tendrá la oportunidad de manifestarse, de elegir a quien crea pueda ser garantía de triunfo para el proceso federal electoral del 2015, lo mejor, sobre todo para los que ya se lamen los bigotes y hacen apuestas para ver una buena pelea, es que conoceremos los pecados de los contendientes y de sus patrocinadores en un corto periodo, ya lo verá.

De la dirigencia que se fue, hay que decir que con todo y sus detractores Alberto López Fonseca hizo crecer en votos y tamaulipecos gobernados a su partido, que hoy el PAN tiene muchas más posibilidades de ganar una elección que hace tres años, en contra, pues también es menester señalarle que al mismo ritmo que crecía al exterior aumentaron su división, sus pleitos internos, sus divergencias que ahora son el enemigo número uno de los azules.

Quién ganará es muy complicado predecirlo, el PAN tienen muchos grupos y todos irreconciliables, también es un hecho que las dirigencias de dichas células azules son soberbias, no tienen la humildad de ceder para ganar, ni siquiera cuando tienen su futuro en juego, se avecina una tormenta en las filas azules, por el bien de Tamaulipas esperamos que salgan fortalecidos, que puedan ser un real contrapeso, y sobre todo, que puedan ofrecerle buenos candidatos y candidatas a nuestra Entidad.