Ma. Teresa Medina Marroquín

Orbe

Geoestrategias de EE.UU. y Cuba

Todos sabemos que el vecino del norte, como todo imperio, no tiene amigos sino intereses… enfermamente codiciosos. La historia lo confirma y al caso no es ocioso ni resulta obvio recordarlo.
La reciente e “histórica” decisión que apenas hace unas horas trascendió Barack Obama, reanudando relaciones políticas y comerciales con Cuba, después de largos 54 años (1960) en que la economía de la isla comenzó a ser estrangulada por órdenes del presidente Dwight Eisenhower, está atrayendo los reflectores mediáticos e impactando a la geopolítica mundial.
Si bien es cierto que no hay mal que dure cien años ni enfermo que lo soporte, las interrogantes alrededor de este “paso histórico” que normalizan las relaciones entre Washington y La Habana podrían contener trasfondos que consolidarían el control hemisférico estadounidense, y donde los hermanos Castro Ruz se habían constituido en un obstáculo político e ideológico.
Una geoestrategia que (conceptuada como el desmantelamiento de la más influyente prédica antiestadounidense) dejaría a Venezuela sin su mayor defensor continental, enfocada hacia sus enormes recursos energéticos, incluyendo a Ecuador y Bolivia que poco a poco han ido apartándose de Nicolás Maduro al suscribir compromisos comerciales cada vez más importantes con Estados Unidos.
Otra vertiente dentro del tablero geopolítico y geoestratégico es que Estados Unidos está acomodando sus piezas ante la amenaza latente de Rusia y su acercamiento con las principales naciones latinoamericanas.

Prueba de lo anterior es que en julio de este año el presidente Vladimir Putin, en su visita a la región, “perdonó” casi 32 mil millones de dólares de deuda cubana en un acto sin precedente entre el Kremlin y su antiguo aliado.
¿Y a cambio de qué cosa hicieron esa condonación los rusos? Una hipótesis del analista Arturo López Levy, profesor de la Facultad de Estudios Internacionales de la Universidad de Denver, supone que Cuba podría volver a convertirse en un “país bisagra”, asumiendo el papel de eje clave en América Latina.
Otra idea radicaría que en medio de las constantes estrategias globales, la astucia de los Castro, encabezada por Fidel, esté utilizando al máximo su vasta experiencia y sacar el mejor provecho económico a las dos mayores superpotencias del mundo y de paso seguir adelante con una alianza de bajo perfil con el gobierno de Venezuela.
En un mundo donde las ideologías comienzan a convertirse en reliquias sociales, afanosas todas las naciones por sobrevivir, lo anterior tampoco se puede poner en duda.
Y es que a estas alturas nadie se atreve fácilmente a meter las manos al fuego por otro, imponiéndose los intereses, las conveniencias y los negocios.
El discurso del presidente José López Portillo, en su visita a La Habana en los primeros días de agosto de 1980, era ciertamente producto de una genuina hermandad ajena y utópica a los intercambios comerciales de hoy:
“Traigo de México la mano franca del amigo sincero”, advirtiéndole a quien correspondía en ese entonces (naturalmente a los gringos) que “Lo que le hagan a Cuba, se lo hacen a México”.
Esa solidaridad, muy característica entre los países latinoamericanos, llegó a su fin cuando muchos años más tarde, en enero de 2004, y previo a la participación de George W. Bush en la Cumbre Extraordinaria de las Américas, celebrada por la ONU en Monterrey, el panista Vicente Fox (llamado “el cachorro del imperio” por su docilidad ante la Casa Blanca) le llamó por teléfono a Fidel Castro pidiéndole el desafortunado y famoso “comes y te vas” que evitaría, precisamente por esos descomunales intereses, que se encontrara con el presidente norteamericano.
Esa conversación luego sería difundida a todo el mundo por el propio dictador cubano, y cuya grabación, jugada no anticipada por Fox, fue considerada por los medios y la clase política como una “chamaqueada” hacia el inexperto presidente mexicano.
PRAGMATISMO DESTRUCTOR Y CRISIS POLÍTICA
Esa estrategia política que se impone y subordina a los países pobres al poder de las superpotencias, parece haber contaminado la dinámica política nacional donde muchos hombres y mujeres dedicados al quehacer público y de distintos partidos (PAN, PRD, PRI, MORENA, PT, PANAL, VERDE y otros), son sólo piezas desechables que se usan y se arrojan a la basura, provocando una gran parte de la actual crisis política en perjuicio directo de la ciudadanía.
Casi en la víspera de que se den a conocer las candidaturas a las diputaciones federales, los partidos deben postular a individuos plenamente acreditados en el tema político, mujeres y hombres cuya ideología esté dedicada a la verdadera representación popular y no aventureros e improvisados que sólo buscan servirse del poder.

Las debacles electorales seguro se darán porque el pueblo desechará las equivocadas decisiones de los partidos.
(Esta columna hará un breve receso vacacional con motivo de fin de año.

Si Dios lo permite estará de regreso el viernes 2 de enero de 2015. Gracias.)
¡Feliz Navidad y Próspero 2015 para Todos!
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