Ma. Teresa Medina Marroquín
Orbe
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En pocas palabras, el gobierno estatal ha realizado una gran expansión en todos los hospitales del sector que encabeza el médico Norberto Treviño García Manzo, cuya vocación, esfuerzo y experiencia evitó que las llamadas enfermedades graves y hasta las epidemias (que amenazan al planeta) adquirieran carta de naturalización en Tamaulipas.
¿Misión cumplida? Creo que en gran medida sí, al vislumbrar los efectos disruptivos de estos males y enfrentarlos con presupuestos limitados, fenómeno con el que no es sencillo lidiar.
Y resulta justo reconocerlo cuando en los desafiantes temas públicos las historias siempre son inconclusas.
Aunque la diferencia se genera cuando los gobernantes y sus altos funcionarios llevan a cabo sus delicadas tareas con plena conciencia social, sin el fardo burocrático y con la misión de que el deber tiene que ser cumplido, hasta niveles humanamente posibles.
Este capítulo de salud pública describe que para proteger a la población es indispensable estar permanentemente en guardia, y eso lo saben Norberto Treviño García Manzo desde la Secretaría de Salud de Tamaulipas y su contraparte nacional José Narro Robles.
Ambos funcionarios -trasciende la información- han cultivado una cercana amistad derivada de sus coincidencias en importantes cargos públicos encomendados a lo largo de sus amplias trayectorias, donde su participación ha sido notable y exitosa.
Se espera por lo tanto, y nadie lo duda, que las experiencias de los dos secretarios continúen cumpliendo los objetivos, y que en el caso del doctor Treviño García Manzo se consoliden en breve por las instrucciones precisas y comprometidas del gobernador Egidio Torre Cantú en favor de la población.
Mientras que su colega Narro Robles y su incorporación reciente al gobierno federal fortalezca en el mismo sentido las políticas implementadas por el presidente Enrique Peña Nieto.
Desplegando finalmente una sinergia formidable en los ámbitos estatal y federal, pues es de todos conocido que los virus que amenazan a los tamaulipecos y a los mexicanos en general pueden volverse endémicos en cualquier momento.
VICENTE FLORES Y LA CALIDAD DEL HRAE
De hecho, en el campo federal de la salud, un personaje que ha recibido con excelentes resultados al secretario José Narro Robles es el doctor Vicente Flores Rodríguez, director general del Hospital Regional de Alta Especialidad (HRAE) de Ciudad Victoria.
Una institución médica de tercer nivel, cuya calidad y tecnología de vanguardia atiende a instituciones como el IMSS, ISSSTE y la propia Secretaría de Salud de Tamaulipas, extendiendo con una gran dinámica sus servicios a los estados de Veracruz, San Luis Potosí e Hidalgo.
Incluso el HRAE Victoria sostiene un acuerdo de colaboración científica con la Universidad Autónoma de Tamaulipas que encabeza el rector Enrique Etienne Pérez del Río, fomentando crecientes beneficios de contenido social.
Los resultados del médico Vicente Flores han sido no sólo transformar al Hospital de Alta Especialidad, sacándolo de aquella parálisis de atención a la sociedad que tuvo hace varios años con otro titular, sino volviéndolo productivo, dándole el nivel que le corresponde y presentando buenos resultados financieros a pesar del conocido déficit de médicos y enfermeras por el que atraviesa.
DEMOCRACIA, ¿SÍ O NO?
Los comentarios casi obstinados que a diario solemos ver en diferentes medios, señalando una “operación cicatriz” de proporciones alarmantes y de terapias intensivas costosas dentro del proceso de selección de candidatos del PRI, son cada vez más ajenos a la realidad democrática invocada en el país.
Pareciera ser que si un aspirante, por ejemplo Heriberto Ruiz Tijerina o Ricardo Rodríguez Martínez en Victoria, se disciplinó con la postulación de Óscar Almaraz Smer, o si en Reynosa Rigoberto Garza Faz hizo lo propio con Ernesto Robinson Terán, sumándose a su proyecto, en realidad no lo es porque (insisto) parece subyacer un resentimiento pugilístico, “¿por qué tú sí y yo no?”, como si todos pudieran sacarse la lotería viviendo futuros que no existirán.
O quizá nos equivoquemos y estemos presenciando una democracia vigorosa y genuina, la del siglo XXI. Es decir, pensando que ya la dimos vuelta a la página, podríamos estar en la anterior.
¡Buen día y feliz miércoles!
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