REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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Santa trinidad un solo Dios

…”El que creyere, y fuere bautizado, será salvo: mas el que no creyere, será condenado”… (Mc. 16.16)
domingo, 22 de mayo de 2016
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Los divinos misterios revelados por Dios a los profetas, es el anuncio de la salud mesiánica que ha llegado al mundo en Belén de Judá, por lo tanto no es ningún enigma, ni motivo de confusión, porque nada hay en ello oculto, como tampoco un secreto, incógnita o interrogante, tampoco es perturbación que altere y siembre dudas de conciencia; nada hay en absoluto que perturbe el alma o inquiete el corazón de las almas creadas por Dios.

Los misterios de Dios son verdades cuya existencia solo puede ser conocida por la revelación. El misterio de la Santísima Trinidad, que conocemos por revelación, aún después de revelado, continúa sin ser comprendido, pues se trata del misterio de la vida íntima de Dios, que por su infinitud supera la comprensión del entendimiento finito del ser humano.

Las revelaciones que el Señor ha hecho de sus misterios son comprendidos, cuando el alma por su vida ordenada al Señor, reciba de Él, la luz de la fe, su sabiduría iluminara la oscuridad del pecador que encontrará el amor, benignidad y bondad en la palabra de Dios, y su entendimiento, descubrirá el juicio y conocimiento para profundizar en su palabra, en la que encontrará la promesa de Jesús, de donde, surge la necesidad de buscar y ganar la benevolencia del Señor, que en oración piadosa ruega el profeta;…”Despliega tu bondad sobre los que te conocen, y tu justicia sobre los de corazón recto”…Es el derecho y facultad de las almas buenas y santidad, que girar sus obras en torno a Dios; pero muchos, a pesar de leer las interpretaciones realizadas por los Doctores y los Santos Padres de la Iglesia, se quedan ahí, pues sino hay fe en el corazón de quien lo lee, inútil será entender y menos comprender.

Vamos a conocer la ilustración del Altísimo misterio de la Santísima Trinidad que Nuestra Santa Madre Iglesia, celosa guardiana de la fe nos ilustra;…”Lo que la fe nos enseña en este misterio, es que de tal manera, Dios es uno en su naturaleza como ha estado siempre, pero también es trino en las personas, que son El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo: las cuales, cada una es Dios vivo y verdadero, pero enseña más: que la primera persona que es el Padre, contemplándose perfectamente así mismo, (Ab aeterno, esto es desde la eternidad) engendra a la segunda persona, que llamamos Unigénito Hijo de Dios o Él Verbo eterno, resplandor de su gloria y figura perfecta y acabada como lo es el Padre, por eso es Dios, como el Padre que la engendró es Dios, y estas dos divinas personas, Padre e Hijo, mirándose y complaciéndose el uno al otro con inenarrable contento y gozo, se aman infinitamente; y de este amor recíproco, procede del Padre y del Hijo, nace Él Espíritu Santo, tercera persona de la Santísima Trinidad.

Estas tres personas son iguales en todo; porque la perfección del Padre es la perfección del Hijo. Así como Él Padre es principio del Hijo; el Hijo es engendrado de solo el Padre, que junto con Él Padre dan principio al Espíritu Santo”…
Dios Nuestro Señor revela sus misterios en forma magistral, su valor trascendental y espiritual conmueven nuestra alma a despertar el amor y devoción al Señor, cuando gozosos admiramos cada una de sus obras encaminadas a la salvación de las almas, por los caminos que nos da para llegar a Él.

En el Antiguo Testamento, Dios entrega lo que llamamos indicios o señales del misterio y presencia de la Santísima Trinidad en la obra de la creación; Dios hablando en plural, se aprecian las tres ocasiones en que habla de la Santísima Trinidad, no en sentido figurado, sino real, lógico y glorioso como así dice el Génesis, en la creación del mundo y el universo, Dios se esta refiriendo al Verbo y al Espíritu Santo que existían con Él desde tiempos remotos;…”Entonces dijo Dios: Hagamos (indicio) un hombre a imagen nuestra (indicio) conforme a nuestra (indicio) semejanza”…En las profecías mesiánicas el Hijo aparece distinto del Padre, este Hijo es Jesús que es revelado en forma contundente en el Nuevo Testamento.


Vayamos al momento de la Anunciación, el cielo en pleno espera la respuesta de María; ¿Cuántas ocasiones hemos repasado en los santos Evangelios, el momento glorioso y excelso de la Anunciación? Si se ha hecho algunas veces, ¿Qué se ha encontrado? Las almas estudiosas y en gracia del Señor, han apreciado la obra perfectísima de Dios.

Al adentrarnos en el hecho de la Anunciación. El mensajero de Dios comunica a Nuestra Madre su mensaje; sus palabras no son propias del ángel, no es de su inventiva, ni están basadas en alguna explicación de Dios, ¡No! El ángel repite al pie de la letra y palabra lo que Dios dispuso diera a conocer a María Santísima o sea; Dios habla a María a través de su mensajero.

¡Y así fue! ¿Que idea nos queda de ello? Esta obra fue preparada por Dios desde antes de todos los tiempos; de ahí que diga el mensajero;…”Salve, llena de gracia; el Señor es contigo”…Al instante el alma sensible de María comprende, estar a la vista del Padre;...”Al oír estas palabras, se turbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo”…María se turba y confunde, porque no esta acostumbrada a esas salutaciones, el ángel percibe lo que vive ella a su interior y obra en consecuencia: tranquiliza el corazón de María y el Espíritu Santo interviene a fin de que reine en su alma la paz.

Continua el mensajero que dice;…”No temas María, porque has hallado gracia cerca de Dios”…María, conocedora de la ley, los salmos y las profecías y todo conocimiento que adquirió en su estancia desde niña en el templo son vastísimos, a ello se añade su inteligencia, sabiduría y doctrina, que le hizo sobresalir de entre las compañeras, pero fue su fe y amor a Dios que le coloco por encima de toda enseñanza, su grande humildad del agrado de Dios, como su fidelidad, de lo que jamás hizo ostentación, dice el evangelista;…”Guardaba todas estas cosas en su corazón”…El ángel hizo la salutación y pasada la turbación, María escucha cada palabra del mensajero;…”El será grande y será llamado Hijo del Altísimo.

Y el Señor Dios le dará el trono de David su Padre, y reinara por los siglos, y su reinado no tendrá fin”…María al instante entendió cuando el mensajero habla del Altísimo, ello significa Dios Padre y al decir el Hijo, se refiere al Mesías el Hijo de Dios, por eso cuando el ángel dice;…”He aquí que vas a concebir en tu seno, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús”…Confirma el deseo de Dios, será ella quien reciba en su seno al Hijo y pondrá por nombre Jesús, quedando afirmada la realeza del Hijo del Altísimo: vendrá al mundo a tomar el trono de David, o sea el de Israel, para salvarlo del pecado.

Lo que el sanedrín y el pueblo de Israel rechazan, diciendo no ser verdad se hacían desentendidos, así obran porque su fe es nula; María cree y lo acepta al momento, porque su fe es superior a la de todos los seres humanos que habitaban y habitan el mundo.

María escucho en silencio con modestia y sumisión el mensaje, no queriendo ser obstáculo al deseo de Dios, su interior le diría que no debería esperar a mas, por lo que se adelanta a decir;…” ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?”…Ha dicho, he ofrecido a Dios mi castidad y permanecer limpia de toda mancha de pecado para mayor gloria del Señor;…”Dime Padre Mío, que tu sierva escucha”…Ha hablado María, no hay duda de su aceptación, pero deja todo en manos de Dios, ella hará lo que Dios Padre disponga: el ángel respondió;…”El Espíritu Santo (Tercera persona) vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo (Primera persona) te cubrirá; por eso el Santo ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios (Segunda persona)”…Por las palabras del ángel, María identifica a la Santísima Trinidad, ha mencionado a cada una de las personas, todas están al momento de la reencarnación del Hijo del Altísimo en el seno de María.

El Señor a través de su mensajero le hace saber que su parienta Isabel en la vejez, concebirá un Hijo y esta en el sexto mes la que decían estéril.

En esos momentos María Santísima inspirada por el Espíritu Santo, confirma el deseo de Dios y entonces el ángel termina su mensaje diciendo;…”Porque no hay nada imposible para Dios”…En seguida María eleva la oración mas sublime del sometimiento a la voluntad de Dios, que ella a guardado en su corazón y aflora de sus labios benditos, con la que da a saber su basta e inmensa humildad y obediencia, venida por su elevada fe que le conduce entregarse a la voluntad divina, al decir;…”He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra”…El ángel se retiro.

Y al instante el Hijo del Altísimo es depositado en el seno de María Virgen para hacerse hombre, por obra y gracia de la Tercera persona de la Santísima Trinidad; El Espíritu Santo.
El misterio de la Santísima Trinidad quedo revelado en forma precisa por Jesús en el Nuevo Testamento, al hacerlo preparo a sus discípulos y a la cristiandad de todos los tiempos, para disponerse a escuchar lo que el Señor dijo;…”Todo poder me ha sido dado en el cielo y sobre la tierra”… ¡Así es! Jesús vino al mundo a cumplir el deseo de Dios su Padre, quien le confía la misión de predicar su palabra al pueblo de Israel, escogido por Dios para recibirla de su divino Hijo, la siembra en los corazones la Doctrina dispuesta por Dios su Padre para la salvación eterna de su alma; los previene para no caer en la tentación y luego del pecado, perder la gloria prometida por el Señor.

Jesús Hijo de Dios inicia su peregrinación por el mundo, llevando la buena nueva a los hombres de Israel, mas la reacción del sanedrín y el pueblo fue rechazar su palabra, despreciar su mensaje, doctrina y mandamientos, buscar medios para hacerlo que se contradiga en divinidad, sin nunca lograrlo y menos vencerlo, negada una y otra vez su divinidad de Hijo de Dios, hasta lograr su propósito: sentenciarlo a muerte de cruz, como los criminales de la época, afirman que Jesús Hijo de Dios es el príncipe de los demonios; esto y mas sufrió por amor a las almas con paciencia y humildad guarda silencio de las afrentas que recibe al manifestar su divinidad, en varias ocasiones los llevo al punto donde solo les quedaba reconocer y decir; ¡Perdón Señor! ¡Creemos que tú eres el Hijo de Dios vivo! Pero detenidos por un impulso interior, se reprimen no aceptan y guardan silencio, es más en ellos la soberbia para rechazarlo.

Vino su Pasión y crucifixión; lejos de conmoverlos, exacerbo aun mas su odio al verlo que derramar su preciosísima sangre, con la que Jesús pagó por todos los pecados de la humanidad y mostrándoles su misericordia en la Cruz el amor que profesa por las almas, lo lleva a rogar a Dios su Padre perdone a sus enemigos, suplica a su Padre reconsiderar su conducta.

Al tercer día resucita como lo profetizo. Por estos meritos y muchos mas, el Padre le ha dado toda autoridad en el cielo para estar sentado a su derecha, reconocido y obedecido en el cielo, en la tierra y en todo el universo; San Pablo reafirma la realeza de Cristo;…”Para que toda rodilla en el cielo, en la tierra y de debajo de la tierra se doble al nombre de Jesús”…Funda su Iglesia compuesta por todas las naciones; admiremos en Cristo su poder glorioso y avasallador, su poder que puede echar del alma y del cuerpo los males del mundo y las tribulaciones, a diferencia de aquellos que en su palabra y obra no le temen, que bueno será recapacitar en tiempo su error, depositando en su conciencia la profecía anunciada por David del poder que Dios concede a su Hijo Amado;…”Pídeme y cederé en herencia las naciones, y en posesión tuya los confines de la tierra”…Y todo fue realizado por obra del Padre.
Jesús ha dado a conocer de donde viene su potestad, mas adelante encomienda a sus discípulos su misión cuando les dijo;…”Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”…Jesús ha revelado el misterio de la Santísima Trinidad, misterio que será principio en cada alma al recibir el Sacramento del bautismo, por el que se entra al camino de salvación y se borra el pecado original, de ello dice San Agustín;…”Estas palabras son evangélicas, y sin ellas no se puede conferir el bautismo”…Los Apóstoles al evangelizar las naciones enseñan lo que Cristo Jesús les enseño, pues la vida de una alma bautizada será formada bajo las enseñanzas dispuestas por Jesús en los Evangelios, de ello dice San Juan;…”El que me envío es veraz, y yo, lo que oí de Él, esto hablo al mundo”…Decir que somos hijos de Dios, es porque poseemos un tesoro; la fe, que guardada nuestra alma y corazón significa pureza de fe; la palabra de Dios es Fe pujante y consistente en toda la vida; fe clara a la vista de Dios y resplandor la engrandecemos con nuestras obras; fe abierta porque va al entendimiento del alma.

¿Por qué Jesús anuncia a sus discípulos y al mundo?;…”Todo poder me ha sido dado”…
¿Por qué Jesús dispone?…”Id pues bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”…¿Por qué dijo?…”Y con vosotros estoy todos los días, hasta la consumación del siglo”…La respuesta a los mandatos que recibe Jesús del Padre, es consecuencia del enamoramiento que Dios tiene por la salvación de las almas, es el amor filiar de Jesucristo por todas las almas, que sin excepción le han sido encomendadas llevarlas a su salvación, que San Pablo expresa, para que el entendimiento del católico, sea camino en el corazón;…”En el amor no hay temor, al contrario, el amor perfecto hecha fuera el temor, pues el temer supone castigo”…Pues bien, temor todos tenemos de Dios, es el mismo que se expone en la Sagrada Escritura, no es el miedo a Él, por que el alma puede por sus pecados ser excluida del amor, a eso es lo que si tenemos miedo: perder el amor que Dios tiene por nosotros, porque sabemos que podemos ser merecedores de ese amor, sino lo tenemos, entonces nuestras obras no tendrán valor, por ello es imperioso depositar fe y confianza en Cristo.
hefelira@yahoo.com

 

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