REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

REFLEXIÓN DOMINICAL

LA GRACIA, BIEN DE LA VIDA ETERNA
Antonio Fernández.
La expresión suplicante de los discípulos de Jesús cuando por su falta de fe y carentes de la gracia, temían se hundiera la barca de Pedro con el Señor en ella, es lección para la cristiandad de todos los siglos, el reflejo de nuestra pequeñez, debilidad e inutilidad ante las adversidades del mundo, siendo semejante al que vive y padece cada persona a consecuencia de sus pecados, obrando en los discípulos la congoja acuden a Jesús;..." ¡Señor sálvanos, que nos hundimos!"...De donde se deriva la vocación del cristiano bautizado, la obligación primordial de discernir en su paso por el mundo la necesidad de vivir en gracia del Señor, que por ello ruega Nuestra Santa Madre Iglesia;..."Señor que tu gracia dirija nuestros corazones, pues sin ti no podemos serte gratos"... De donde viene la pregunta; ¿Qué es la gracia? Es todo don y toda dignidad regalada por Dios a cada alma, que la recibe sin excepción.

¿Cuáles son estos dones? La vida misma, las facultades del alma y las naturales del cuerpo, para que por ellas obrando bajo el libre albedrío, determine por si misma obrar bien y evitar el mal.

Dios Padre determinó para cada ser humano, tener y conocer por las facultades del alma (memoria, entendimiento y voluntad) la existencia divina de un fin superior a su capacidad de comprensión e inteligencia: la felicidad eterna, anidando en el alma de fe, el deseo incesante por encontrar los medios de obtenerla hasta hacer suyo este fin sobrenatural.

El pecador abatido y afligido que se arrepiente, Dios deposita en él los medios de su misericordia en grado infinito, siendo la única garantía para alcanzar la gloria eterna revelada y prometida por Dios.

De ahí que la gracia anime y disponga el alma por ganar los dones sobrenaturales que define por su inteligencia, raciocinio, comprensión y entendimiento porque a todo pecador viene a Dios, creatura racional, para conquistar por si mismo y bien suyo, el fin último que es Dios en toda su excelencia, majestad y esplendor en el Reino de la gloria.

¿Y cómo obtener la gracia? En tiempos de Cristo, se preguntaba, ¿Cómo llegar a Roma? Y se Afirmaba:...todos los caminos van a Roma... El hombre de este tiempo a creado una compleja red de carreteras por el mundo, que lo conducen a toda ciudad importante, quien así lo desea traza un itinerario o consulta su GPS, que lo llevará al destino buscado, así es en cada profesión u oficio, y en toda actividad humana, sea ingeniería, financiera o política, el hombre tiene los medios para llegar a su objetivo, posee la solución, su capacidad de inteligencia lo lleva a lograr lo que necesita.

Al ahondar busca con insistencia hasta descubrir la complicación resuelve su problema. Es necesario hacer esto por nuestra alma, rechazar el interés por las cosas del mundo, valorar la necesidad de preservar la vida de pecado.

El celo de todo hijo creado por Dios, es tener la disposición por obtener los bienes, gracias y dones, que recibió de Dios, convertirlas en obras y conservarlas a través del camino de su vida, estar atento a la salvación de su alma, superar y vencer las adversidades, y cuando la ocasión sorprende avanzar por el mundo, y solo con la gracia de Dios se conservará el bien de la vida eterna.

El ser humano, así como resuelve las problemáticas del mundo, así habrá de obrar el cristiano, pero con mayor tesón y persistencia obtener el bien de la vida eterna, resolviendo lo que para él es definitivo evitar.

El cristiano habrá de aplicar su ingenio y tenacidad, ante el peligro para evitar su desplome, ser intransigente en recibir lo que el mundo regala para perder y no prevalecer en la fe, que da los medios, formas y maneras, para que el cristiano por la oración y elevación de su alma, vencer las atracciones de placer, que en el fondo son grilletes que impiden y cierran el paso al arrepentimiento, el valor espiritual que anima a luchar en perseverar y ganar la aspiración noble y sublime del ser humano: su salvación.

El mérito ante Jesús, redimirse el alma del pecado, ¿cuántos hay que no quieren hacerlo? Cristo es la puerta de entrada a su redil, quien desee pasar conoce las reglas: su Sagrado Corazón es la amplitud de su misericordia que recibe y acoge al pecador angustiado, es gozo en Jesús, ver el corazón del pecador, dispuesto a no perder de vista los bienes recibidos de imperioso valor para la salvación de su alma.

La obra amorosa de Jesús, atraer toda oveja perdida, llevarla sobre sus hombros al redil de la gloria.
Vivir en gracia de Dios, es vivir el bien de la vida eterna, ello tiene una peculiaridad, entre más se avanza, más aumenta la fe, y mayor es la confianza en Jesús, más la alegría y más el gozo de seguir y no detenerse.

¿Y cuál es ese camino? El camino será siempre: Cristo Nuestro Señor, y con Él, el cumpliendo de su doctrina y mandamientos, imitándolo en su amor al prójimo, en su bondadosa caridad que enaltece su corazón e inspira el alma a conservarse en el Señor.

Sólo taladrando el interior del corazón, la esperanza conservará la gracia de la vida eterna. Divisa de salvación es la palabra de Jesús que se nos entrega cuando dijo;..."Soy Yo el camino, y la verdad, y la vida; nadie va al Padre, sino por Mí"...Cristo es el único camino de salvación, lo deseable para bien de la humanidad, no sólo escuchar, sino escribir la palabra de Jesús en sus pizarras, en las puertas de casa para que antes de salir al mundo, repasarlas para mantener latente su corazón en Cristo.

A cada día de vida, el alma de fe aprecia la necesidad de grabar en su mente y corazón, la necesidad de la gracia que conduce a la anhelada esperanza, convencida de ser el único bien de vida de salvación en este mundo materialista donde infinidad de almas no escuchan porque la música estridente en la que se gozan, no les permite escuchar la palabra de Cristo, por eso la gracia no está en sus corazones.
Jesús nos conduce a Cafarnaúm para conocer el milagro clamoroso que va obrar, en el asiste el pueblo.

Jesús nos va a revelar que Él es Dios Todopoderoso, conoce y profundiza los corazones, muestra el poder de dar la vida, puesto que es el dueño de ella, perdona los pecados, pero a pesar de demostrar su divinidad, la cerrazón y obstinación de sus enemigos en su actitud es inflexible.

Dice el evangelista;..."Subiendo a la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Y he aquí que le presentaron un paralítico, postrado en una camilla.

Al ver la fe en el paralítico y en ellos,-los que le trajeron- dijo Jesús al hombre enfermo: Confía, hijo, te son perdonados los pecados"...Los milagros y prodigios que Jesús obró en la Galilea, hizo correr su fama por la región.

Cafarnaúm es la ciudad que para Jesús es punto de salida y entrada. Se rumora que Jesús esta en la región y la gente acude en masa, porque quiere ser testigo de sus prodigiosos milagros y escuchar su predicación.
Viendo el Señor la fe de los que acompañan al paralitico, se conmueve, y mas la forma de como lo llevan, movido en sus entrañas por la enfermedad del hombre y su condición de parálisis, viendo en él su deseo de ser sanado, ha deposita su confianza en Jesús, a su interior la fe era mayor a la de sus amistades lo que conmovió a Jesús, San Beda lo dice;..." ¡Oh! ¡Admirable humildad de Jesús! Llama hijo a un infeliz enfermo, que tiene relajadas todas las articulaciones de sus miembros, y a quien los sacerdotes orgullosos ni siquiera se dignaban tocar.

Le dijo Hijo, porque le ha perdonado sus pecados"... Meditemos ¿Cuántas ocasiones hemos escuchado la palabra de Jesús al término de la confesión, y de los labios del Sacerdote escuchar la absolución de los pecados? Dice;..."Yo te absuelvo de tus pecados en nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo"...Toda absolución es consecuencia de que los pecados han sido perdonados, el Señor ha dado al Sacerdote el poder de perdonarlos.

El pecado que se comete es una mala acción, aunque la conciencia hable a la mente y a la voluntad ¡Detente! es mas fuerte la tentación hace caer hasta lo profundo; Jesús espera el arrepentimiento del pecador.

La tentación, es la fuerza interior que empuja a cometer el pecado, borrar de la mente todo bien espiritual y amor a Dios en un momento, no valora el pecador estar ofendiendo a Cristo, la conciencia reclama;... ¿Por qué haces esto? Cristo por tu salvación pago con su preciosísima sangre... El acto de pecado, no deja ver al corazón que vivió en gracia la maldad de lo que esta haciendo, por eso el pecado es ruina espiritual, en muchos causa de malestar físico, que se manifiesta de mil maneras.

Jesús no se anduvo por las ramas, vio la fe en el paralítico, que vive y cree en Jesús su divinidad. La enfermedad de este hombre, es consecuencia de sus pecados.

El Señor conoce el origen de la enfermedad en el paralítico y le dijo;..."Confía hijo, te son perdonados los pecados"...Ha iniciado la obra del perdón desbaratando los nudos de cada pecado.
Los enemigos de Jesús en acecho en su contra, al oír su respuesta, viene a su mente pensamientos temerarios, su dura cerviz no les permite ver la razón de su salvación, ni ver que su prodigio es obra que solo Dios puede hacer, solo escuchan a Jesús decir;..."Te son perdonados tus pecados"... Sin razonar se exalta su interior y cargan contra Él, como obra el pecador cuando comete el pecado, en ambos, la soberbia enciende la pasión y cae.

Continua el evangelio;..." Entonces algunos escribas comenzaron a decir interiormente: Éste blasfema"...Observando con fe, y ahondando en Jesús: a pesar de ser perseguido, criticado y negado, predomina en Él su humildad, paciencia y amor por las almas, incluso los que le hostigan con desprecio son sus enemigos de todos los tiempos, cuya conducta es contraria a la doctrina y mandamientos de Jesús.

Protestan en su mente;..." ¡Este blasfema!"... y sacan la ley y los profetas diciendo;..."Perdonar los pecados solo Dios puede hacerlo"...Y tienen toda la razón, donde no la tienen es que su corazón endurecido no les permite ver que Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre, la segunda persona de la Santísima Trinidad, y por lo tanto es Dios mismo.

Ven a Jesús como dice el refrán;...caras vemos, corazones no sabemos...Sus ojos ven a Jesús a un hombre como ellos, que posee intereses y malas intenciones, a pesar de los conocimientos de la ley, no aceptan que Jesús obre así, Dios y hombre, su soberbia los ciega y los hunde en rebeldía pertinaz contra Dios.

En sus enemigos no esta buscar conocer su doctrina para bien de su alma, es sacar la deducción falsa al decir;..." ¿Cómo habla así?"...La inquina del odio los lleva a deducir falsamente en su mente;...El blasfemo es reo de muerte...Entonces deben rasgar sus vestiduras.
Conociendo el Señor su pensamiento, se adelanta a ello;..."Mas Jesús, viendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es mas fácil, decir: Te son perdonados los pecados, o decir: Levántate y camina?"...Cuando se peca, se va contra Dios y el pecador a ese momento solo se piensa como hacer el pecado, gozarlo, deleitarse y malicioso vengarse de Él como lo hicieron y continúan haciendo sus enemigos, creyendo encontrar razones para condenarlo, pero al cometer el pecado, el pecador siente que nadie lo ve, hace lo que no debe hacer, entonces en ese instante se convierte en un hombre perverso y malo, porque no razona, no hay capacidad de hacerlo, el entendimiento sigue la acción del pecado en el hombre, es Jesús quien frena la acción de sus acciones, así lo hará con el pecador, solo que este habrá de acudir a Jesús solicitando le ayude a salir de esa adversidad, Jesús da opciones;...Perdonar los pecados, o decir levántate y anda...Veamos la obra de Jesús con fe y ahondando en la enseñanza nos esta diciendo:...Cuando me pidas ayuda para un enfermo, antes, ruega por la salud de su alma, y después la del cuerpo, en ello esta el camino de salvación o de su curación... De caer en enfermedad, el camino que el Señor ha enseñado para bien del alma, es apreciar en ella el valor del alma al que el cuerpo debe servir.

Se ha dispuesto Jesús, obrar con autoridad este prodigio, que en sus enemigos va a desajustar sus malas intenciones, y de igual forma lo hace con la muchedumbre reunida, todos serán testigos de la obra de Dios por su divino Hijo, al vivir en todos sus sentidos la obra sobrenatural.

Sus enemigos recelosos y pusilánimes, inseguros y confusos, ven en Jesús una presencia que no saben explicarse, es la consecuencia de su falta de fe, Jesús eleva majestuoso su presencia esplendorosa, y dejo a todos impávidos, los latidos de su corazón son de tal fuerza podrá causar la muerte, pero el Señor mantuvo a la muchedumbre, su voz, resonó por los aires y se anido en los oídos de estos hombres el imperio de su mandato cuando dijo;..." ¡Y bien! Para que sepáis que tiene poder el Hijo del hombre sobre la tierra, de perdonar los pecados-dijo, entonces, al paralítico- Levántate, cárgate la camilla y vete a tu casa"...La muchedumbre mira al paralítico, que obedece sin vacilar a la palabra de Jesús, y el hombre antes paralítico, ahora tiene movimientos del hombre normal;..." Y se levantó y se volvió a su casa"...La multitud, que conocía su enfermedad, ahora ven a un hombre sano, ninguno puede decirse engañado.

Se fue camino a su casa dando gracia y gloria Dios. ¿Cómo debiera haber sido la respuesta del pueblo y de sus enemigos ante prodigiosos milagro? Los segundos, confundidos, aturdidos y pensativos, no encuentran palabra que contradiga la obra de Jesús, su mente no descansa, no para en recapacitar, sino el desconcierto que vive su persona en lo que iban a tener que hacer, se les vino al suelo, mas la soberbia que los domina y los aferra a ella; el pueblo impactado no reconoce a Jesús como Hijo de Dios, a pesar de saber que solo Dios puede leer los pensamientos de los hombres; ..."Al ver esto, quedaron las muchedumbres poseídas por el temor y glorificaron a Dios que tal potestad había dado en favor de los hombres"...Otros dicen..."¡Jamás tal cosa vimos!"...Obvio que así es, lo que no hay en su interior es la fe para reconocer a Jesús como Dios.

Aprendamos: Al pecar no se piensa en Dios, al hacerlo, un destello de la conciencia dice ¡No lo hagas! La voz de Dios pasa desapercibida, se malinterpreta, y se pierde en el furor del pecado. ¿Qué puede frenar esta acción? La gracia, bien de la vida eterna, fortificara el alma.
hefelira@yahoo.com