Rosa Elena González Hdz.

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Inconsciencia en el San Marcos…

martes, 16 de septiembre de 2014
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“Porque el mañana comienza contigo, porque el San Marcos importa… reacciona Victoria aún estamos a tiempo, el agua es fuente de vida y tú eres primero”, esas son estrofas de una canción que nos dice que debemos respetar la naturaleza.
Menciona el Río San Marcos porque es emblemático, es un punto de referencia de nuestra ciudad y, lo más importante, es cauce del vital líquido que es fuente de la vida y puente entre el hoy y el mañana.
El “reacciona Victoria” es una invitación a que todos respetemos al San Marcos que aunque por lo general buena parte del año permanece quieto, dormido, sirviendo de refugio de alimañas y uno que otro malviviente, es por demás sabido que en tiempos de lluvia despierta y a veces se enfurece porque su cauce no tiene libertad.
La naturaleza es sabia, el agua siempre buscará su cauce, derribará todo lo que le obstaculice y arrastrará lo que esté a su paso, el San Marcos, durante muchas décadas, ha dado evidencia de eso, rebasa y derriba vados porque se cruzan en su trayectoria, las mejores rutas de cruce son los puentes por su altitud.
En estos días la naturaleza ha sido benévola, las lluvias dejan más beneficios que daños, y los destrozos que se causan en el San Marcos son porque desde el origen no se planearon y edificaron correctamente los cruces, como dijera La Tucita “si ya saben cómo es” porque no le pusieron atención desde la creación de las colonias.
Cierto, es responsabilidad de las autoridades restaurar los cruces, tener vías de comunicación seguras, pero la obligación de la gente es cuidarse, tener consciencia de que, cuando el San Marcos ruge, se le debe guardar respeto.
Con las recientes lluvias El San Marcos se convirtió en un hermoso espectáculo para los mirones, los que sólo fuimos a contemplar pero no para los que quedaron incomunicados y que requieren llegar a sus centros de trabajo o al centro de la ciudad sin complicaciones, menos para los morbosos que esperaban sucediera una desgracia mayor.
Desgracia que por cierto puede suceder por inconsciencia de la gente, de los que sin motivo se exponen, por ejemplo, mientras la gente contemplaba el río muchos niños gozaban, pero lo preocupante es que varios muy pequeños se situaban muy cerquita de remolinos o de la fuerte corriente de agua, ¿y los padres?, tenemos que aprender a cuidarnos, recordar que nosotros somos primero, que después de una desgracia nada es igual, que luego de nada sirve lanzar culpas porque no remediarán nada, porque los únicos responsables del cuidado de nuestros pequeños hijos somos los padres.
Es una inconsciencia dejar que los niños o jóvenes se adentren en el caudal, no sólo por la fuerza de la corriente, sino porque arrastra objetos pesados, además no son zonas planas o los mismos matorrales que están bajo el agua les pueden jugar una mala pasada, atraparlos y, Dios no lo quiera, ahogarlos.
Despertó El San Marcos, se llenó de vida pero exige respeto, demostró que es indomable, que le deben conservar su trayectoria porque el agua siembre buscará su cauce, y a quienes gustan de nadar claro que es bueno disfrutar pero es mejor dejar que se tranquilice para no exponer la integridad física.

 

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