Alíber López

Optica Política

Optíca Política

Cuando los trabajadores se quejan de los Salarios Mínimos que se aprueban anualmente y de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, los defensores de esas políticas inconstitucionales, porque aprueban invariablemente desde que se creó esa Comisión Tripartita, salarios insuficientes para vivir decorosamente, afirman que el porcentaje que gana los salarios mínimos es muy bajo.

En eso tienen razón; de acuerdo a cifras porcentuales que cita Enrique Galván Ochoa en su columna de ayer, sólo el 2.6% de los trabajadores registrados en el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) en el mes de Diciembre del año pasado; pero un 34.5% de los trabajadores gana 2 Salarios, un 19.5% gana 3, un 11.3 gana 4 salarios mínimos, menos de 3 mil pesos mensuales y ya hablamos de 68 % de la población trabajadora registrada en el IMSS y si le seguimos con las cifras, el 83% de la población ganó en 2014, 7siete salarios mínimos o menos.
De acuerdo a los expertos de la UNAM, hasta hace algunos años, para tener una vida decorosa, bastaban 8 salarios mínimos, que actualmente serían 560 pesos diarios o 16 mil 800 mensuales.

Pero con ese privilegio solo se cuenta con un aproximado de 16% de los 17 millones de trabajadores. Alrededor de 2 millones de trabajadores. Con precios de los productos de consumo básico actualizados, pudiera reducirse ese número de trabajadores privilegiados que completan para sus gastos.
El argumento para que la gran mayoría de los trabajadores gane menos de lo justo, siempre ha sido que los aumentos salariales son inflacionarios y si se aumentan en un 10 o 20%, en ese mismo porcentaje aumentan todos los precios de los productos.

La realidad es que los precios de un producto en el mercado se construyen con una serie de factores en los que el salario es uno más de esos factores.
Por otra parte, el margen de ganancias de los grandes empresarios siempre ha sido muy elevado y desde que los neoliberales llegaron al poder, los gobiernos en turno, sean priistas o panistas, siempre han defendido esos niveles de ganancias a costas de los aumentos insuficientes a los salarios mínimos.

Si en los años “70s”, los trabajadores que ganaban salarios insuficientes eran del 40% aproximadamente, ahora ya se duplicó el porcentaje.

La avidez empresarial no tiene límites.
Muchos de los conflictos actuales tienen su origen en la desigualdad que existe en México. Cuando llegue al poder un gobierno capaz de cambiar las políticas públicas a favor de los asalariados, limitando las ganancias de los grandes consorcios, entonces resolveremos todos esos conflictos.

Seguir por el mismo camino equivale a la explosión social.
El porcentaje de excluidos de una vida digna, ya equivale al 80-90 % de la población nacional.

¿Aguantará el Estado Mexicano el estallido social de tantos millones de nacionales?