Rogelio Rodríguez Mendoza

Confidencial

Huele a peligro

¿Representan las Candidaturas Independientes un riesgo para los partidos políticos? Es la pregunta que he venido haciendo, en las últimas semanas, a diversos actores políticos, entre legisladores, Magistrados y Consejeros electorales.

La respuesta coincidente ha sido un “no”.
Para sustentar su “no”, han recurrido a argumentos muy variados. Los más, pretextan que en un sistema presidencialista como el nuestro los partidos políticos son una necesidad.

Son insustituibles, irremplazables, dicen.
“Buenos o malos pero ahí tienen que estar” me dijo uno de ellos.
Sostienen también que, para los Candidatos Independientes será “casi imposible” competir con un partido, chico o grande, que tiene una estructura y una militancia que lo respalda.
Dicen eso y mucho más para restarle méritos a las Candidaturas Independientes.
Sin embargo, las cifras que tiene el Instituto Nacional Electoral (INE), respecto a los ciudadanos que buscaron su registro para contender por una diputación federal el siete de junio, no son cualquier cosa.

Y contra lo que digan los actores políticos, sí huelen a peligro para el sistema de partidos.
“No es una cifra que podamos desdeñar” advirtió aquí el pasado jueves, el Consejero del INE, Javier Santiago Castillo, al disertar una conferencia precisamente con el tema de las Candidaturas Independientes.
Y tiene razón: aunque solamente cumplieron con los requisitos constitucionales y legales 56 de 122 aspirantes, el número encierra , por donde se le vea, un mensaje de advertencia para los partidos políticos.
La cifra debe preocupar al PRI, PAN, PRD, PT, PANAL, PVEM, Parido Humanista , Partido Encuentro Social, Movimiento Ciudadano, Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), por dos razones fundamentales: una, porque es la primera elección federal donde se permite la figura de la Candidatura Independiente, y ya es abrumador el número de ciudadanos que decidió buscar esa vía para acceder a un cargo de elección popular.
Ya puede usted imaginarse lo que sucederá en las siguientes elecciones cuando se comiencen a dar los primeros triunfos de candidatos independientes.
Y dos, porque demuestra que la desconfianza y el hartazgo social con relación a los partidos políticos es demasiada.

Hay un gran porcentaje de ciudadanos que desprecia a los partidos porque se dan cuenta de que muchos de ellos solo sirven para que unos cuantos puedan perpetuarse en los cargos públicos, brincando de una alcaldía a una diputación, luego a una senaduría y después a una gubernatura.
La mejor muestra de esa desconfianza hacia los partidos lo constituye el abstencionismo.

Que solo salga a votar el 50 por ciento o menos de los electores muestra el enorme descredito de los partidos.
Por todo ello suena a terquedad la de aquellos políticos que se niegan a ver un riesgo en las Candidaturas Independientes.
Pero le aclaro: el riesgo es para los partidos, porque para usted y para mí , como ciudadanos o electores, en realidad las Candidaturas Independientes serán una oportunidad enorme de que tengamos mejores gobernantes o legisladores.
Así que dejemos a los partidos políticos que se sigan creyendo insustituibles, irremplazables, porque finalmente a nosotros, los ciudadanos, lo que debe interesarnos es que tendremos en las Candidaturas Independientes mayores posibilidades de que en algún futuro contemos con legisladores, alcaldes, Gobernadores y Presidentes, que realmente quieran llegar al cargo para servirnos y no para servirse.
¿No cree usted?
ASI ANDAN LAS COSAS.
roger_rogelio@hotmail.com