Alíber López

Optica Política

Optíca Política

Muchos somos los que criticamos a los políticos aspirantes a Diputados Federales porque presumiblemente tienen muy buenos ingresos, y para algunos es la cosa más tranquila, desempeñarse solo “levantando la mano en su curul”; lo malo es que son muy pocos los que logran esos puestos extraordinariamente bien pagados.
En principio pareciera ser simple el esquema pero resulta que no. Ser Diputado implica recorrer todo un distrito electoral, presentar una propuesta legislativa a los electores, emitir un mensaje congruente a los ciudadanos, acorde a sus necesidades y convencerlo de ser un buen elemento, dispuesto a luchar por demandas sociales que beneficien a los más.
Platicando con Edgardo Melhem Salinas, nos percatamos de que las cosas no son tan simples.

Él ya fue Diputado Federal, conoció y recorrió el Distrito III, enfrentándose a los problemas socioeconómicos de pescadores, agricultores, ganaderos e industriales de la región, resolviéndoles múltiples problemas.
Pareciera que no se debería preocupar por conquistar el voto de los ciudadanos, pero ahí está.

Visita diariamente a los electores y eso significa que recorre los municipios de Reynosa, Díaz Ordaz, Rio Bravo, Matamoros, Valle Hermoso, Cruillas Méndez y Burgos.

Esta consiente de que los tiempos y los problemas son distintos y ha estado en los lugares más inhóspitos y difíciles.
Si hace unos días se pronunció por recuperar el Patrimonio Fronterizo, refiriéndose a una partida que en este año no se tuvo, se fundó precisamente en el hecho de que, no habiendo Diputados Federales fronterizos del PRI, correspondía a Diputados de la oposición, (Panistas en su inmensa mayoría en la frontera) realizar la labor de proselitismo y de cabildeo.

Conociendo el tejemaneje de ese órgano repartidor de la riqueza a través de la conformación del Presupuesto del Gasto Público, considera Edgar que es valiosísimo cabildear en la Cámara de Diputados por esas partidas, con los Diputados fronterizos, sean del partido que sean.

En ese sentido, si bien es cierto que los diputados priistas de San Luis y Victoria entre otros, no se preocuparon por la frontera, lo más grave es que los fronterizos no abogaron o cabildearon por los intereses de sus electores.

Edgar se siente bien; seguro de obtener la mayoría en su distrito y dispuesto a cabildear hasta con el diablo, con tal de obtener recursos para resolver los problemas de su Distrito.