Rosa Elena González Hdz.

El ADN priísta del Bronco y Laura  Zárate…

Dicen, los aliados del BRONCO, que sigue sumando voluntades, que el pueblo está con el candidato independiente y las encuestas así lo reflejan, vamos, que van a ganar la gubernatura de Nuevo León.
Lo que se les olvida decir es que quien ahora se autoproclama como independiente en realidad es un híbrido, que nació de padre priísta que sentía la necesidad de tener un hijo ilegitimo al cual apoyar clandestinamente para que cumpliera sus deseos, que hiciera el trabajo sucio y rudo, pero no midieron el peligro, el BRONCO creció y hoy amenaza con tragarse a quien le engendró.
Quienes le conocen aseguran que el BRONCO nació de un engaño, casi casi es producto de una violación a la inocencia del pueblo, así fue gestado y todo indica que tienen razón, ó, ¿a poco cree usted que las más de 100 000 firmas que se requerían para su registro como candidato independiente fueron por obra y gracia del espíritu santo?, claro que no, fue como los nacimientos a fuerza, inducidas por fórceps tricolores que le hicieron ver la luz al caballo desbocado por así convenir a sus intereses.
El pueblo, ávido de creer en alguien, de sentir que nacía un salvador, creyó en el proyecto, se volcaron a favor del BRONCO al que ven como un SAN MARTIN CABALLERO que desde su brioso corcel, con espada en mano, combatirá todos los males que aquejan a los habitantes del vecino estado, Nuevo León, bueno, hasta lo bendicen y prenden veladoras como limpiándolo de su pecado de origen, ojalá luego no se arrepientan.
La situación es que el BRONCO es un proyecto priísta que nació disfrazado de independiente para restarle popularidad a FELIPE DE JESUS y abonarle posibilidades de triunfo a IVONE ALVAREZ, pero para sorpresa de propios y extraños creció bajo el cobijo del pueblo porque lo sentían huérfano, además, vieron en él la oportunidad para demostrarle a los partidos políticos que ya no están contentos con ellos, que prefieren un personaje independiente.
Cuánto éxito tendría el proyecto, no se sabía, fue un albur, lo único que se esperaba era que cumpliera un fin, dividir votos, la sorpresa fue que tomó tal fuerza que ahora el BRONCO, ni por error, intenta bajarse de su brioso corcel independiente, el pueblo le ha demostrado que así como lo hizo crecer lo pueden hacer ganar por eso JAIME RODRIGUEZ ya desconoció hasta su origen.
Corre por la venas del BRONCO un ADN priísta y aunque él quiera desconocerlo hay pruebas contundentes de éllo, como también de origen tricolor son sus asesores, y hasta el que le maneja los dineros de la campaña a JAIME RODRIGUEZ es del PRI, claro, ahora se dicen independientes y hasta se atreven a maldecir el partido que les dio de comer durante muchos años, pero su pasado los delata.
Por cierto, ¿recuerda usted al poderoso hombre de finanzas de MANUEL CAVAZOS LERMA, a FRANCISCO ADAME OCHOA?, pues bien, su hermano es quien maneja la cuestión administrativa del BRONCO, y el ex regidor priísta en la capital tamaulipeca, FRANCISCO, PAQUITO, ADAME GARZA es uno de sus coordinadores operativos.
¿A cuántos priístas responderá JAIME RODRIGUEZ si gana la elección?, tampoco lo sabemos, lo único seguro es que, como dijera FELIPE CALDERON, haiga sido como haiga sido, el nacimiento del BRONCO marcará un precedente, el pueblo le demostrara a los partidos políticos que ya no confían en ellos porque le han fallado y, créame, para las elecciones siguientes habrá más independientes, aunque no mejores candidatos, los que seguramente serán escurrimientos de los viejos partidos.
Y mientras allá en Nuevo León el BRONCO quiere ocultar su ADN priista y el de sus compinches, acá en Tamaulipas la candidata azul por el distrito I, LAURA ZARATE, dice no lo puede olvidar, sigue en su sangre, sus consanguíneos se lo recuerdan a cada instante y eso solo comprueba una cosa, que si la ocasión lo amerita, y conviene a sus intereses, en cualquier momento puede vestirse de tricolor, total ya dijo que por sus venas corre sangre del color de la pasión.
A LAURA ZARATE la traicionó su inconsciente, su yo interno grita que comió, visto, y calzó del PRI, seguramente ya comienza a dar color, aunque ella lo diga como broma, la verdad es que, aunque haya sido una muñeca que se vistió de azul, sabe que no tiene la sangre de ese color.
En fin, el caso es que JAIME RODRIGUEZ CALDERON, el BRONCO, quiere quitarse el rastro del PRI y como dijera LUPE ESPARZA , que no quede huella, que no, que no quede huella de su sangre tricolor y, contrario en Nuevo Laredo, LAURA ZARATE dice no puede ocultar el ADN priísta.