Rogelio Rodríguez Mendoza

Confidencial

0
Votos
Nota Aburrida
Nota Interesante
¿Quién nos entiende?

lunes, 29 de junio de 2015
Comparte esto en Facebook
Comparte esto en Twitter
Comparte esto en Digg
Enlarge Font
Decrease Font



¿Quién nos entiende? Como sociedad nos la hemos pasado en los últimos años reclamando respeto a los derechos humanos y nos rasgamos las vestiduras cuando nos enteramos de los excesos del poder público en perjuicio de los más débiles socialmente.
Aplaudimos a rabiar cada que sabemos de una acción legislativa para fortalecer la defensa de la dignidad , como esa famosa reforma de junio del 2011, que elevo a rango Constitucional precisamente los derechos humanos que tanto nos gusta presumir en el ámbito internacional.
Casi nos levantamos en armas para que nos garanticen ese principio constitucional y legal que nos dice que todos somos iguales ante y en la ley.
Sin embargo, cuando sale a debate, como sucede actualmente en Tamaulipas, un asunto como el de los matrimonios gay, a muchos se les olvida esa exigencia o cantaleta del respeto a libertades fundamentales.

Ahí si se avergüenzan del reclamo de igualdad ante y en la ley.
Ahí si no quieren nada que tenga que ver con los derechos humanos. Ahí sí aceptan el trato desigual . Ahí prefieren pedirle al Gobierno y a los legisladores que, por favor, le hagan al demente o al sordo.

Todo menos reformar la ley para que los homosexuales decidan libremente si quieren hacer vida en pareja o no, como si con esa oposición fueran a desaparecerlos o desterrarlos.
Y no es que estemos a favor o en contra de los homosexuales.

Ese no es el punto. El punto es que estamos mostrando como sociedad un doble lenguaje, una doble cara. De lo que estamos en contra es de que cuando les conviene exigen respeto y apelan a todo derecho humano habido y por haber, pero cuando no, eso les vale un cacahuate.
La verdad que pena.

Como sociedad estamos quedando muy mal. Poco nos falta para exigir que quememos en leña verde a los que en el aspecto sexual tienen preferencias diferentes a las que les asignó la naturaleza.
Lamentablemente para quienes , por las razones que usted quiera, caen en la incongruencia convenenciera, hay una mala noticia: la reforma a la legislación penal de Tamaulipas como la de todo el país, llegará tarde o temprano, seguramente más temprano que tarde.
¿La razón? Los tribunales jurisdiccionales, internacionales y nacionales, ya han dado , con sus sentencias, un “si” a ese reclamo que hacen los homosexuales de respeto a sus derechos humanos, como el de no ser discriminados, el de la libre personalidad, el de la libertad sexual, el de la igualdad, y muchos más que en conjunto conforman lo que se llama dignidad humana.
El ejemplo está aquí mismo en Tamaulipas: la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ordenó recientemente a las oficinas del Registro Civil casar a más de 60 parejas de homosexuales que solicitaron la protección de la justicia federal frente a la negativa de la autoridad a unirlos en matrimonio.
Eso, lisa y llanamente , significa que aun y cuando no se aprobara la reforma al Código Civil, el Registro Civil tendrá que casar a todo aquel que promueva un amparo.
Entendidas así las cosas, con un “si” del máximo tribunal constitucional del país, y con una tendencia internacional similar, resulta absurdo que legislaturas como la nuestra sigan con su terquedad del “no”.
ASI ANDAN LAS COSAS.
roger_rogelio@hotmail.com

 

Opina sobre este artículo

Nombre   Email  
Título
Opinion

Columnas Anteriores