REPORTE FRONTERA

Seth Rojas Molina

0
Votos
Nota Aburrida
Nota Interesante
Las plañideras azules

lunes, 18 de mayo de 2015
Comparte esto en Facebook
Comparte esto en Twitter
Comparte esto en Digg
Enlarge Font
Decrease Font


El 20 de Octubre de 2011, 121 de los 141 diputados que integraban la bancada del PAN en la LXI Legislatura, votaron a favor el dictamen de la iniciativa que prolongó por tres años más la vigencia de los llamados "gasolinazos".


Actuando facciosamente, acataron la orden del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa para diferir la entrada en vigor de la disminución de las cuotas federales que se estaban aplicando a la venta de gasolinas y diesel.


Los "gasolinazos" entraron en vigor en enero de 2008 y se previó su vigencia hasta el 31 de diciembtre de 2011. El impuesto aplicado a partir de ese año a la venta final de esos carburantes se trasladó a los gobiernos de los estados que, en teoría, tendrían una base sólida para el fortalecimiento de sus finanzas y de los municipios de sus territorios.
La fracción II del Artículo 2-A de la Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios establecía que los recursos recaudados por concepto de las cuotas adicionales a la venta final de gasolinas y diesel serían trasladados a los gobiernoes estatales "para que tuvieran recursos suficientes para destinarlos al gasto público".


Como el decreto que creó estos "gasolinazos" señalaba que a partir del primero de enero de 2012 disminuirían esas cuotas, en octubre del 2011 se modificó el citado artículo para sostener esta carga fiscal sobre los hombros de los consumidores directos de esos carburantes hasta el 31 de diciembre de 2014.


Los entonces diputados que avalaron la iniciativa, cinicamente pretendieron justificarla arguyendo que ellos no habían votado por los aumentos a los precios de esos productos, asegurando que lo que aprobaron fue que continuarán entregándose a los estados los recursos adicionales derivados de dichos impuestos.
Con esa mañosa explicación pretendieron evadir los duros cuestionamientos que recibieron por la prolongación de tan abusivos aumentos.

Los diputados panistas, junto con los priistas y perredistas que aprobaron esa disposición, quisieron lavar sus culpas, pero nada justificó que le hayan dado la espalda a la gente, que de manera directa e indirecta tuvo que seguir padeciendo los efectos de esas disposiciones fiscales.


De corta memoria, como casi todos los políticos, los panistas que ahora buscan llegar al Palacio de San Lázaro gimotean frente al electorado doliéndose de los problemas que aquejan a la gente.


Su carta de presentación son las malas decisiones del gobierno y de los priistas. Los critican con severidad. Los descalifican mostrándolos como si fueran los únicos culpables del desastrosos estado que guarda el país.


Convenientemente olvidan el cúmulo de acciones contrarias al bien común que se ejecutaron durante los dos sexenios panistas.
Los candidatos del PAN le voltean la cara a la enorme deuda social que adquirieron los legisladores de su partido que, en su momento, se plegaron dócilmente a los designios de Vicente Fox y de Felipe Calderón.


Convenencieramente no ven las malas cuentas que entregaron ambos ex presidentes. Es entendible porque la postura natural de los políticos es ver la paja en el ojo ajeno.

 

Opina sobre este artículo

Nombre   Email  
Título
Opinion

Entradas Anteriores

Más Visto